La psoriasis es una enfermedad cutánea que causa resequedad, enrojecimiento y hasta dolor en la piel tal como lo apunta la Clínica Mayo. Todavía no se ha encontrado una cura definitiva para esta enfermedad, pero se pueden tomar previsiones para contrarrestar sus efectos y minimizar su aparición.
Causas
La psoriasis surge debido a una excesiva producción de células cutáneas. Al suceder esto, las células se van desplazando y se van acumulando, provocando la escoriación y el enrojecimiento de la piel.
Aunque no se sabe a ciencia cierta cómo se produce, se piensa que es debido a la alteración de células T, un tipo de células que pertenecen al sistema inmunológico. Esto provoca que estas ataquen a las células cutáneas, produciendo los efectos ya mencionados.
Solo el tratamiento puede controlar las células, haciendo que disminuya tanto la producción como el ataque, sin embargo, no hay un tratamiento definitivo que detenga la enfermedad.
Síntomas de la psoriasis
Los síntomas de esta enfermedad son varios, y la mayoría visibles. Hay que tomar en cuenta que existen varios tipos de psoriasis, y que los síntomas pueden variar en los pacientes. Sin embargo, hay rasgos comunes que se presentan en todos los casos.
Estos son los síntomas más recurrentes:
Aparecen manchas de color rojo cubiertas con escamas de color plateado y gruesas. En el caso de los niños, se ven puntos pequeños con escamas. La piel se torna seca y se va agrietando, si esto es muy grave, puede aparecer sangrado.
Un síntoma común en todos los casos es la comezón, el dolor y una sensación de ardor en la zona afectada. Además, las articulaciones se hinchan y se tornan rígidas; en el caso de las uñas, también se agrietan.
La psoriasis puede aparecer por ciclos. Esto quiere decir que habrá períodos donde existan brotes, mientras que puede pasar un tiempo sin la aparición de lo mismo. En todo caso, ante estos síntomas, es mejor acudir a un especialista para comenzar el tratamiento y disminuir los daños.
Fuente: La Opinión