La vida de Veronique Makwena cambió radicalmente en agosto pasado en Sudáfrica. El cuerpo ensangrentado de su hija de cinco años apareció dentro de una letrina, pero ante la lentitud de las autoridades por resolver el caso, ella decidió confrontar al hombre al que acusó del homicidio y le cortó el pene con la ayuda de dos de sus conocidos.
El 3 de agosto de este año, Veronique encargó a la pequeña Chantelle con una de sus vecinas para dirigirse a hacer unas compras, pero cuando regresó a su casa en Puerto Elizabeth, en Cabo Oriental, la niña ya había desaparecido. La búsqueda comenzó sin éxito, hasta que un día después encontraron el cuerpo lleno de sangre en una letrina pública, cercana a su casa.
Las autoridades sudafricanas iniciaron una investigación e incluso interrogaron a un hombre cercano a la familia de Chantelle. El sospechoso fue señalado por la madre de la víctima como el principal responsable del crimen, pero a pesar de que tomaron las muestras de ADN no pudieron incriminarlo porque aún no tienen los resultados.
Un mes después del asesinato de Chantelle, Veronique Makwena, desesperada por no tener respuesta de las autoridades, decidió enfrentar al hombre al que acusó de raptar y agredir a su hija. Con la ayuda de su cuñada y una amiga, la madre de 23 años le cortó el pene al sospechoso de asesinar a su hija.
El caso dio un giro de 180 grados. El hombre fue llevado a un hospital cercano donde le reconstruyeron el miembro viril y señaló a las tres mujeres de la agresión. Fue en septiembre de este año cuando las autoridades de Sudáfrica detuvieron a Makwena, junto con sus dos cómplices por dos semanas.
Las acusadas fueron liberadas después de que la organización benéfica Enough is Enough pagó su fianza tras hacer un recaudación de fondos, los cuales también sirvieron para comprar víveres para la acusada y su otro hijo de siete meses.
El proceso legal de las mujeres cobró tanto auge que llamó la atención del abogado Fundile Matoto, quien decidió representarlas sin cobrar un solo peso, así como de la ONG Project Inmate, que se encargó de publicar un mensaje y fotografías de apoyo para la madre de la víctima, un día antes de su primera audiencia realizada el pasado 20 de noviembre.
Desde que Matoto tomó el caso, reconoció que sus clientas sí cometieron la agresión, pero también recalcó que lo hicieron por otros motivos. Además rechazó que tuvieran la intención de cometer un asesinato, por lo que buscará desestimar los cargos y disminuir la pena.
“En mi opinión, este caso es una cuestión de agresión, a lo mucho podía ser por daños corporales graves”, declaró el defensor a News24.
La defensa mostró su preocupación porque después de varios meses, las autoridades no han podido localizar o comprobar la identidad del agresor de Chantelle. Al respecto, una portavoz de la policía, la coronel Priscilla Naidu, dijo que aún están “esperando los resultados” de las pruebas de ADN recogidas en la escena del crimen, por lo que no han habido arrestos por la violación y el asesinato de Chantelle.
Veronique señaló a News24: “Cuando (Chantelle) fue encontrada, mi corazón se hundió, me aplastó”.
La mujer de 23 años agregó: “Mi (hija) se había ido. Mientras la buscábamos toda la noche, ella había estado acostada en ese inodoro frío. Estaba rota, todavía lo estoy”.
Durante la audiencia llevada a cabo el pasado 20 de noviembre, el juez decidió programar la siguiente cita ante la corte hasta el 6 de febrero del siguiente año, tiempo en el que espera que se reúnan más pruebas.