Una mujer de 87 años mató a su nieto discapacitado con una sobredosis, por temor a que nadie lo cuidara cuando ella muriera, informaron medios de Bradenton, en la costa oeste de Florida.
Lillian Parks enfrenta cargos de asesinato en segundo grado por la muerte de su nieto Joel Parks, de 30 años, tras confesar a la Policía que había cometido el crimen el domingo pasado.
Las autoridades esperan aún los resultados de toxicología para determinar la droga utilizada en la muerte de Joel, quien sufría una discapacidad que le impedía cuidar de sí mismo.
“Este fue un proceso pensado, planeado y ella le quitó la vida”, dijo el capitán de policía de Bradenton, Brian Thiers.
Una hermana de Joel lo encontró muerto en la vivienda de Lillian, donde pasaba los fines de semana cuando no estaba en una residencia para personas con discapacidades.
Los oficiales dicen que el padre de Joel murió y su madre se alejó de la familia.
Joel, a quien le gustaba el béisbol y dar abrazos a sus vecinos, era muy querido en el vecindario, contaron a medios locales personas que lo conocieron. EFE