La Justicia de Marruecos solicitó la pena de muerte para tres hombres acusados de las muertes y decapitación de dos turistas escandinavas el pasado diciembre, además de diversas penas de cárcel de entre diez años y la perpetuidad para el resto de los detenidos.
Los tres presuntos asesinos que se enfrentan a una posible pena de muerte vigente en el Código Penal marroquí, aunque no se aplica desde 1994- son Abdessamad el Joud, presunto líder de la célula yihadista, Yunes Ouziad y Rachid Afati. Para su principal cómplice, Abderrahmane Khiali, la pena solicitada es la cadena perpetua.
En cuanto al acusado hispanosuizo Kevin Zoller Güervos, el fiscal ante el Tribunal de Apelación de Salé (ciudad vecina de Rabat), encargado de los casos de terrorismo, ha solicitado una pena de veinte años de prisión.
Los 24 imputados de la autoría o de complicidad con el crimen estaban presentes en la sala y escucharon sin pestañear el alegato de la fiscalía y sus conclusiones, que estuvieron apoyadas incluso en citas del Corán para justificar las penas solicitadas.
Los cuatro han reconocido en sesiones anteriores su participación en el crimen, y Joud llegó a decir que lo habían hecho para “vengarse de los cristianos”.
Maren Ueland (izquierda) y Louisa Vesterager Jespersen fueron halladas muertas en un área montañosa de gran afluencia turística en Marruecos.
Para los otros veinte acusados de complicidad -y que durante el proceso han tratado en su mayor parte de desmarcarse de los autores principales-, el fiscal solicitó penas de entre treinta y diez años de prisión en firme.
En su intervención final ante el juez -pues la próxima vista del 11 de julio estará reservada a los alegatos de la defensa- el procurador dio detalles de la autopsia de las dos turistas asesinadas, la danesa Louisa Vesterager Jespersen, de 24 años, y su amiga noruega Maren Ueland, de 28.
Se recuerda que, las dos turistas, sorprendidas cuando dormían dentro de una tienda de campaña en una montaña del Atlas, fueron asesinadas a puñaladas (23 incisiones en el caso de Vesterager, siete en el de Ueland), antes de ser decapitadas y resultar con varias vértebras rotas, detalles que demuestran el salvajismo “de estas bestias humanas”, según palabras del fiscal.
Fuente: Efe