El dominicano Juan Soto reveló que nunca había pisado el clubhouse de los Nacionales en el Ballpark de Palm Beach antes de arribar el lunes para su primer entrenamiento primaveral con el equipo grande.
Fue un breve recordatorio de lo meteórico que ha sido el ascenso de Soto hasta Washington.
Hace un año, Soto estaba en el complejo de ligas menores, un jugador al que algunos evaluadores de talento se referían como quizás el mejor bateador puro de la organización, pero cuyo impacto en Washington parecía destinado para un futuro todavía distante. Soto jugó en cinco encuentros en la Liga de la Toronja, pero con 19 años iba a comenzar la temporada en Clase-A.
El lunes, Soto arribó convertido en uno de los pilares de unos Nacionales que aspiran a llegar a la postemporada. El quisqueyano entró al clubhouse y estuvo dando vueltas para saludar y abrazar a sus compañeros que no había visto durante el invierno, además de presentarse a quienes no conocía, incluyendo una bienvenida al zurdo Patrick Corbin. El Soto que fue ascendido en el 2018 era un muchacho tranquilo y reservado, pero ahora cada vez pareciera más cómodo dentro de los camerinos de los Nacionales.
Y después de terminar segundo en la votación para Novato del Año de la Liga Nacional, Soto se ha establecido como el jardinero izquierdo titular de los Nacionales y figura de la parte gruesa del orden ofensivo, sirviendo de cierta forma como un reemplazo para Bryce Harper, cuyo regreso a la organización luce cada vez menos probable. Se trata de bastante presión para un muchacho de 20 años que comenzará apenas su segunda temporada en las Mayores, pero es algo que los Nacionales creen que el joven es capaz de manejar.
“Lo más importante es no tratar de hacer más de la cuenta”, expresó el manager de los Nacionales, Dave Martínez. “Sólo tiene que salir a jugar. Él es muy bueno en eso de negociar sus boletos y jugar su pelota. Quiero que se siga divirtiendo. Le dije: ‘No te pongas números en la cabeza. Diviértete como lo hiciste el año pasado. Juega tu juego, nada más'”.
En el 2018, Soto bateó .292/.406/.517, más 22 jonrones y 3.7 victorias sobre un jugador reemplazo (WAR) en 116 encuentros. Terminó empatado con Harper con la segunda mayor cantidad de jonrones para un adolescente en la historia de las Grandes Ligas, sólo por detrás de Tony Conigliaro. Soto recibió más bases por bolas (79) y tuvo el mejor porcentaje de embasarse en la historia para un adolescente. Y durante la Serie de Estrellas en Japón en noviembre, se fue de 20-7 con dos dobles, dos jonrones y cinco empujadas.