Un hombre de Jamaica se presentó para reclamar un premio de lotería por $158,400,000 millones de dólares jamaiquinos, USD 1.17 millones, usando la máscara de Ghostface, personaje de la película “Scream”.
Se sabe que muchos ganadores en el mundo optan por permanecer en el anonimato durante todo el proceso, incluyendo cuando pasan a recoger el cheque con el dinero del premio.
Según el sitio Distractify, el hombre que se identificó como A. Campbell, decidió ir disfrazado para que nadie lo reconocieran y evitar compartir el dinero sus familiares.
Campbell, quien supo había ganado la lotería de Jamaica en noviembre de 2018, esperó 54 días para cobrar el premio de Super Lotto. De acuerdo con el diario Jamaica Star, el ganador se enfermó cuando fue beneficiado por la buena suerte.
“Normalmente, hubiera anotado los números del sorteo televisado, comería y después verificaría mis números”, comentó. “Esa noche vi mi boleto, corrí al baño y dije: ¡Gané! ¡gané!”
También comentó que quiere conseguir una casa bonita, aunque aún no ha encontrado algo así, pero estará buscando pronto. “Me gusta llevar bien mis finanzas. No pido prestado”, afirmó Campbell.
Rápidamente se volvieron virales las imágenes que lo muestran usando la máscara, dándole la mano a los ejecutivos de la lotería y recibiendo el enorme cheque.
“Estoy viendo qué hacer con el dinero del premio. Tengo un pequeño negocio, así que planeo hacerlo más grande, comprar un apartamento. Me encanta tener dinero“.
Es común que los ganadores de loterías en el país caribeño usen algún disfraz mientras recogen sus premios, debido a los altos niveles de delincuencia en el país.También porque temen que sus familiares y amigos los acosen por dinero.
En junio pasado, otra ganadora del Super Lotto decidió usar una máscara de emoji para proteger su identidad tras ganar USD 1.339 millones.
Los problemas de la lotería
Además de tener que esquivar a familiares y conocidos, el ganar la lotería no necesariamente garantiza que una persona quede libre de irse a la bancarrota.
Según la organización estadounidense que supervisa a los publicadores financieros, CFP Board, casi un tercio de los ganadores se tienen que declarar en bancarrota.
Primero, la cantidad ganada tiene que pasar por el fisco y otras deducciones propias de cada sorteo y país de origen, después entra en juego la parte de las decisiones personales.
Una investigación hecha en 2001 por los economistas Guido Imbens y Bruce Sacerdotecon el experto en estadísticas Donald Rubin, y citada por The Conversation, muestra que cuando una persona recibe de golpe una gran cantidad de dinero inesperado, tiende a hacer gastos excesivos.
La prueba: al cabo de una década de haberse ganado la lotería, como promedio, los afortunados ahorraron solamente 16 centavos de cada dólar del premio.
El análisis hecho por la revista descubre que una persona de entre 20 y 50 años que recibe una herencia muy grande o un premio de lotería pierde rápidamente la mitad del dinero en gastos o malas inversiones.