SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Una madre denunció que no le permiten tener comunicación con su hija menor de edad luego de ser rescatada junto a sus amigas de una banda de prostitución.
El pasado 21 de enero, tres amigas de 15 y 17 años salieron de sus casas con rumbos desconocidos. Fueron reportadas como desaparecidas y días después una de las madres, cuyo nombre no se revela por cuestiones legales, recibió una llamada de su hija que le preocupó, razón por la cual empezó su propia búsqueda, ya que supuestamente, no le dieron el trato adecuado cuando asistió a un destacamento de la Policía para reportar la desaparición, pues las autoridades le dijeron que sus hijas podían estar de fiestas.
La dama explicó a Nuria Investigación Periodística que se dirigió hacia la costa norte, entre Puerto Plata y Cabarete, ya que estas niñas, al ser tan jóvenes y bonitas, sospechaba que podrían haber caído en una red de tráfico de personas. Y mientras persistía en la búsqueda, una vez más recibió una llamada desesperante.
“Porque el día antes de encontrarlas recibí una llamada que me dijeron que yo estaba dando mucha carpeta con las autoridades, con la prensa, que me iban a mandar mis hijas en una funda negra”, explicó.
“El miércoles 11 la encontraron en este lugar, en un aparta hotel alado del Restaurante Cabayona en POP, yo estaba en Sosúa y me llamaron del cuartel”, agregó.
Estaban secuestradas por una banda de trata de personas, siendo explotadas sexualmente por Emmanuel Martínez, alias El Rubio, y por Andrés Ruiz, alias El Jefri, quienes las llevaban a Sosúa y Cabarete a prostituirlas.
“Muy mal, con mucha hambre, mucha sed, con muchos golpes,-¿Qué les hacían?- no quiero decir en cámara lo que les hacían, pero hay un expediente muy doloroso”.
En marzo se conoció a través de los medios que los hombres apresados pertenecían a una banda que incluía un total de 23 personas, tanto hombres como mujeres, de nacionalidades dominicanas y estadounidenses, quienes resultaron detenidos por tráfico sexual comercial. A los dominicanos imputados se les ordenó un año de prisión preventiva y, según las leyes en estos casos, podrían ser condenados de 15 a 25 años de cárcel.
A raíz de esto, las niñas fueron llevadas a un centro de Acogida en Jarabacoa para seguridad de las mismas y para que tuvieran una recuperación física y mental ante tantos daños causados.
Pero esta madre denuncia que no tenía acceso a su hija, pues dice que les prohibían las visitas y tenía un mes que no hablaban por teléfono y que en uno de los intentos de llamadas a la institución, le dijeron que una de sus hijas intentó suicidarse.
Dos de las jóvenes entregadas a sus familiares explicaron que voluntariamente se trasladaron a Puerto Plata a visitar a una amiga por varios días, siendo desviadas por un supuesto motoconchista que las llevó al lugar donde finalmente fueron retenidas y prostituidas.
Agresión física, exceso de drogas y noches intranquilas fueron los recuerdos más acentuados por estas jóvenes, quienes por querer hacer una aventura y no pensar en las consecuencias, terminaron en las peores manos.