El departamento de Comercio de Estados Unidos anunció este martes una propuesta para comenzar a vetar la importación de tecnología que pueda ser considerada un riesgo para la seguridad nacional, reportó este martes el Financial Times.
La potencial medida, que todavía no es efectiva, llega en un contexto de sospechas acerca de la posibilidad de que dispositivos, software y servicios de datos -sobre todo aquellos de origen chino- sean usados para hacer espionaje. Por ende, de aprobarse, el organismo que lidera Wilbur Ross tendrá la potestad de aprobar o rechazar cualquier transacción de esta naturaleza. Para ello deberá determinar previamente que naciones son consideradas adversarias y que tecnologías se consideran riesgosas.
“Estas acciones van a proteger las cadenas de producción de tecnologías de información y comunicaciones y demostrar nuestro compromiso de proveer seguridad a la economía digital, a la vez que cumplir con el compromiso del presidente Trump con nuestra infraestructura digital”, indicó Ross en un comunicado.
En mayo de este año, el presidente Trump ya había emitido una orden mediante la cual facultaba al organismo para restringir el ingreso y uso de tecnologías que considerara un riesgo para la seguridad nacional. También anunció que vetaría el acceso de Huawei a productos y tecnología estadounidense. La actividad del gigante chino es un punto sustancial de la guerra comercial en la que ambos países se encuentran enfrascados.
Sin embargo, Trump ha concedido dos prórrogas consecutivas -cada una de tres meses- de la moratoria que permite a las empresas de su país continuar haciendo negocios con la empresa. No obstante, aquellas que quieran hacerlo deben solicitar un permiso. Los primeros fueron emitidos la semana pasada luego de un proceso que incluyó revisiones por parte de funcionarios de los departamentos de Estado, Defensa y Energía.
Las restricciones también abarcan el uso de tecnología de origen estadounidense en el exterior. En marzo, el Gobierno norteamericano prohibió a seis empresas exportar tecnologías consideradas sensibles. En ese entonces, el departamento de Comercio indicó que dos de ellas, de origen chino, participaron en la exportación de tecnología controlada que luego le fue entregada al Ejército Popular chino.
En mayo, el Gobierno determinó que Google suspenda sus negocios con Huawei, a quien le proveía servicios y aplicaciones. Durante varios meses los usuarios lograron hacerlo mediante una “puerta trasera”, pero la empresa finalmente la cerró en octubre. Los nuevos dispositivos directamente no tienen Google Play.
Los esfuerzos para restringir la capacidad de Huawei de hacer negocios fuera de China trascienden las fronteras estadounidenses. La administración de Trump ha instado a sus aliados a seguir su ejemplo, argumentando que la compañía representa una amenaza para la seguridad nacional.
Washington se ha centrado en lo que dice que es una estrecha asociación de Huawei con las fuerzas armadas, en parte porque el fundador multimillonario Ren Zhengfei, fiel confeso del partido, fue un oficial que trabajó en comunicaciones durante su período en el Ejército. Además, Beijing tiene injerencia en su directorio, el cual compone.
Un informe de la agencia Bloomberg en junio reveló que varios empleados de Huawei han colaborado en proyectos de investigación con personal de las fuerzas armadas chinas, lo que indica vínculos más estrechos con el cuerpo militar del país que los reconocidos anteriormente por el gigante de los teléfonos inteligentes y de redes.
Durante los diez últimos años, los trabajadores de Huawei han colaborado con miembros de varios órganos del Ejército Popular de Liberación en al menos 10 proyectos que abarcan desde la inteligencia artificial hasta las comunicaciones por radio.
Entre las principales preocupaciones se encuentra el posible despliegue de la red 5G por parte de la empresa en distintos países. Por ley, las empresas chinas tienen la obligación de respaldar al Partido Comunista Chino con la información que requiera. Estos datos, en una corporación tecnológica como Huawei podría incluir datos sensibles de gobiernos y de usuarios en caso de que se quede con las redes de 5G.