A sus 25 años, el cantante Harry Styles ya no tiene problema en revelar públicamente anécdotas tales como que, de cara a la grabación de su segundo trabajo discográfico, ‘Fine Lines’, en los emblemáticos estudios Shangri-La de Malibú, estuvo más que dispuesto a experimentar con las setas alucinógenas, amén de otras sustancias, a fin de estimular su creatividad hasta límites inimaginables.
Sin embargo, en la sincera entrevista que ha concedido este viernes a la emisora Apple Beats 1, concretamente al programa matutino del locutor Zane Lowe, el exintegrante de la banda juvenil One Direction ha preferido sacar a relucir su lado más ‘responsable’ al explicar por qué esa curiosidad por los estupefacientes no se materializó durante sus años en la formación que compartía con Liam Payne, Niall Horan, Zayn Malik y Louis Tomlinson.
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“Cuando estaba en el grupo, sentía que era parte de un fenómeno mucho más importante que nosotros mismos. No quería ser el que lo jodi*** todo, el que lo estropeara por culpa de algún que otro escándalo. Éramos modelos de conducta para nuestra base de fans [predominantemente adolescente], así que preferí no hacer nada de eso [probar ciertas sustancias] para no poner a nadie en peligro”, ha aseverado en su conversación.
“Ahora me encuentro en una situación diferente y estoy en una época de mi vida en la que me puedo permitir salir ahí y experimentar, hacer esto y lo otro, como hacen muchas otras personas con sus amigos”, ha añadido sobre la independencia, personal y creativa, que ha venido adquiriendo desde que se embarcara en su carrera en solitario, forjando su propio camino en todos los sentidos.
Fuente: La Opinión