El general Williams Kaliman, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, dijo este miércoles que “Nosotros no hemos impuesto ningún presidente”, luego que este martes se viera a un militar colocándole la banda presidencial a la autoproclamada mandataria del país suramericano, Jeanine Añez.
En una entrevista con el medio colombiano Blu Radio, Kaliman señaló: “Los militares no la hemos posesionado. Nosotros solo cumplimos nuestro deber”.
Explicó que la presencia militar en la autoproclamación de Añez fue por cumplir “protocolos”.
Añez, previamente había señalado que su ascenso a la Presidencia de Bolivia se daba por sucesión, luego de la renuncia del presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera, la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, el titular de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, y el primer vicepresidente de la cámara alta, Rubén Medinaceli.
No obstante, la autoproclamación se llevó a cabo sin la previa discusión en el Parlamento, que no tuvo el quórum necesario para sesionar.
¿Hubo o no hubo golpe?
Morales renunció a la Presidencia de Bolivia el pasado domingo 10 de noviembre; lo hizo después que Kaliman y el jefe de la Policía, Yuri Calderón, pidieran públicamente su dimisión.
Al respecto, Kaliman señaló que eso no debe ser interpretado como un “golpe de Estado”, porque fue una “sugerencia” que le hicieron al mandatario.
“No hemos actuado con fuerza, no sacamos a ningún militar a la calle, estábamos en nuestros cuarteles. Ceñidos a la Constitución hemos hecho lo que nos manda la ley haciendo la sugerencia, viendo y analizando la situación que vivía el país. Hemos cuidado lo más sagrado que tenemos todos, que es la vida”, mencionó en la entrevista.
Esa “sugerencia” de renuncia a Morales la hicieron luego que la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) emitiera un informe sobre la auditoría hecha a los comicios en Bolivia, en la que recomendaban la repetición de las elecciones; recomendación que había sido acatada por Morales, quien horas antes de su renuncia, anunció que convocaría a un nuevo proceso electoral.
Este martes, Morales, tras su llegada a México, donde le brindaron asilo, denunció que el pasado 9 de noviembre “un militar recibió una oferta de 50.000 dólares” a cambio de entregarlo.
Cambios de decisiones militares
El sábado, cuando la violencia de sectores opositores aún reinaba en varias ciudades de Bolivia, en una alocución pública, Kaliman dijo que los militares no saldrían a las calles.
“Las Fuerzas Armadas, enmarcadas en la democracia y en las leyes, garantizaremos la unión entre compatriotas, por lo que ratificamos que nunca nos enfrentaremos contra el pueblo a quien nos debemos, y siempre velaremos por la paz, convivencia entre hermanos y el desarrollo de nuestra patria”, mencionó ese día.
Sin embargo, el lunes, un día después de la presentación de la renuncia de Morales, que despertó la movilización de miles de bolivianos, Kaliman anunció que el Ejército ejecutará operaciones conjuntas con la Policía y aseguró que serán “para evitar sangre y luto a las familias bolivianas”.