EFE,Brasilia. El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, rechazó este domingo en declaraciones al diario O Globo que los hechos que llevaron a la renuncia del gobernante boliviano Evo Morales sean considerados como un “golpe” de Estado.
“La palabra golpe es usada mucho cuando la izquierda pierde. Cuando ellos ganan, es legítimo, pero cuando pierden es golpe. Yo no voy a entrar en esa narrativa”, declaró Bolsonaro al periódico.
Poco antes, en un mensaje en su perfil en la red social Twitter, Bolsonaro había asegurado que “las denuncias de fraudes” fueron las que precipitaron la dimisión de Morales y agregó que la “lección” que deja lo ocurrido es que los votos “deben ser auditados”.
El líder de la ultraderecha brasileña acompañó su mensaje con una foto del momento en que Evo Morales le felicita durante el acto de su investidura, el pasado 1 de enero en Brasilia.
“La lección que queda para nosotros es la necesidad de que, en nombre de la democracia y la transparencia, se haga un recuento de los votos” y que “puedan ser auditados”, indicó.
En ese marco, agregó que “el voto impreso es señal de claridad para Brasil”, en alusión a una demanda que ha presentado desde que, hace más de dos décadas, las elecciones en Brasil se realizan en urnas electrónicas.
Morales renunció en medio de violentas protestas por supuestos fraudes en las elecciones del pasado 20 de octubre, y horas después de haber convocado otros comicios, como recomendó la Organización de Estados Americanos (OEA), que dijo haber detectado irregularidades graves en el cómputo de los resultados.
A pesar de los abismos ideológicos que los separan, Bolsonaro y Morales mantuvieron una relación cordial, que los analistas siempre atribuyeron al hecho de que Brasil es uno de los principales clientes del gas boliviano, del que es hasta dependiente en algunas zonas del país.
Este domingo, en medio de las turbulencias que sacudían al país andino, Bolsonaro reunió en su residencia oficial a varios de sus ministros más cercanos, a fin de analizar la situación en una nación que para Brasil tiene carácter estratégico.
En Brasil, sin embargo, el más firme aliado político de Morales ha sido desde siempre el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien recuperó la libertad este viernes tras haber pasado un año y siete meses en la cárcel, condenado por corrupción.
Lula también se manifestó sobre la renuncia de Morales a través de Twitter, condenó lo que sí calificó de “golpe” y lamentó que “América Latina tenga una élite económica que no sepa convivir con la democracia y con la inclusión social de los más pobres”.