El sindicato United Auto Workers (UAW) anunció que ha llegado a un acuerdo con el fabricante de automóviles General Motors (GM) para poner fin a una huelga en todas sus plantas de producción en Estados Unidos, que este miércoles cumple un mes y que ha costado a la empresa unos 2.000 millones de dólares.
El vicepresidente de UAW, Terry Dittes, afirmó en un comunicado que, aunque no puede revelar en estos momentos los detalles del acuerdo, “la principal prioridad del equipo negociador ha sido asegurar un convenio fuerte y justo” que sus afiliados se merecen.
Los trabajadores de GM en EE.UU. iniciaron el pasado 16 de septiembre la primera huelga en el fabricante de automóviles desde 2007, tras dos meses de negociaciones infructuosas con la compañía para la firma de un nuevo convenio colectivo.
UAW ha solicitado durante las negociaciones aumentos salariales, mejores de las prestaciones sanitarias y la reducción del número de empleos temporales, así como mayores inversiones en EE.UU. para evitar la transferencia de la producción a México.
GM se ha comprometido a invertir un mínimo de 7.000 millones de dólares en EE.UU. durante los próximos cuatro años, aunque la empresa podría aumentar esa cifra hasta los 9.000 millones de dólares.
Aunque los negociadores de UAW y GM han alcanzado un acuerdo para la firma del nuevo convenio colectivo, los detalles tienen que ser aprobados todavía por los trabajadores del fabricante de automóviles, un proceso que puede llevar más de una semana.
Habitualmente, los empleados ratifican los acuerdos alcanzados por sus representantes sindicales de UAW pero hace cuatro años, los de Fiat Chrysler (FCA) rechazaron el convenio, lo que obligó a retomar las negociaciones.
El sindicato tiene que decidir ahora si desconvoca la huelga o si la mantiene mientras el convenio es ratificado por sus afiliados.
El paro de las plantas de GM en Estados Unidos también ha afectado otras instalaciones del fabricante de automóviles en México y Canadá. En estos dos países, miles de trabajadores han estado en paro técnico ante la falta de partes para mantener las plantas en producción.