El Gobierno español impulsará una tasa digital en el país, en el caso de que no sea posible llegar a un acuerdo en el G20, en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo en Europa (OCDE) o en la Unión Europea, afirmó este lunes la ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño.
“Es fundamental desarrollar un marco internacional para esta imposición digital”, pero si no es posible un acuerdo en el G20 y en la OCDE “habrá que hacerlo a nivel europeo y si no nacional”, declaró la ministra a la prensa, tras inaugurar en Santander (norte) el 33 Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones de Ametic, la patronal del sector de la industria tecnológica.
Calviño afirmó que España no puede renunciar a una estructura “justa” de imposición digital, teniendo en cuenta que las empresas de la economía tradicional sí están pagando impuestos donde prestan sus servicios.
La ministra se refirió al surgimiento de plataformas digitales, que “no tienen una estructura productiva que se adapte a los sistemas fiscales existentes”, teniendo en cuenta que su valor añadido lo proporcionan los datos, por los que no se pagan impuestos donde se producen.
Las actuales reglas establecen que gigantes digitales como Amazon, Google o Facebook tributen allí donde tienen sede física, por lo que algunos países intentan aplicar otras, basadas en sus cifras de negocio o volumen de usuarios en cada mercado.
Ya el pasado mes de junio, los ministros de Finanzas del G20, reunidos en Japón, respaldaron la creación de un “impuesto digital” para aumentar la presión fiscal sobre las multinacionales tecnológicas, cuyos detalles se definirán el próximo año.
Estos países encargaron a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que tenga lista su “arquitectura” en enero del próximo año, de forma que se pueda tomar una decisión definitiva antes de finales de 2020.
Francia cuenta con a llamada “tasa GAFA” (por Google, Apple, Facebook y Amazon), que aplica desde comienzos de año, y grava con un 3 % la facturación de las empresas del sector digital con más de 750 millones de euros de ingresos, pero dice que renunciará a ella en cuanto exista un mecanismo internacional consensuado para sustituirla.