Por Raúl Germán Bautista.-A poco menos de un año para el Clásico Mundial de Béisbol 2026, que obligará a que muchos peloteros jueguen en el país para ponerse en forma, el Estadio Quisqueya “Juan Marichal“, hogar de los Leones del Escogido y los Tigres del Licey, enfrenta un serio desafío.
Este importante estadio, uno de los más emblemáticos en el Caribe, presenta signos claros de deterioro que, de no ser abordados de inmediato, podrían impedirle albergar futuros eventos de la Major League Baseball (MLB), como muchos anticipan.
Con la temporada de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM) recién finalizada y con el Clásico Mundial a la vuelta de la esquina, la situación del Quisqueya se convierte en una preocupación creciente.
Los asientos de las graderías, que en su momento fueron sinónimo de la pasión del béisbol dominicano, están severamente deteriorados, lo que pone en evidencia la falta de un mantenimiento adecuado. Esta condición no solo afecta la comodidad de los fanáticos, sino que también plantea dudas sobre la capacidad del estadio para cumplir con los estándares exigidos por la MLB.
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Más allá de los asientos, la fachada del Estadio Quisqueya, conocido también como el “Coloso del Ensanche La Fe”, también requiere atención. Su imagen, que alguna vez reflejó la grandeza del béisbol dominicano, hoy está alejada de las expectativas internacionales. Con la posible presencia de jugadores de la MLB que se alistarán para el Clásico de 2026, el estadio debe estar a la altura de un evento de tal magnitud.
La pregunta es clara: ¿puede el Estadio Quisqueya mantenerse como un referente del béisbol caribeño, si no se invierte en su renovación? Especialistas del área señalan que para que el estadio continúe siendo un ícono del béisbol y pueda albergar eventos de la MLB, se requiere una intervención de gran envergadura. No se trata solo de un tema de comodidad para los aficionados, sino de la imagen global del béisbol dominicano.
Además, la infraestructura del estadio debería ser mejorada para estar a la par con otros estadios que ya albergan eventos internacionales de la MLB. En un país donde el béisbol es la pasión nacional y donde los jóvenes sueñan con llegar a las Grandes Ligas, tener un estadio en óptimas condiciones es esencial para el respeto hacia los fanáticos y los atletas.
El béisbol dominicano profesional ha alcanzado un nivel de visibilidad global, en gran parte gracias a figuras como Juan Soto, quien tiene el contrato más lucrativo en la historia del deporte. Aprovechar la oportunidad de contar con un estadio adecuado para eventos internacionales sería invaluable para la nación. Sin embargo, esto solo será posible si se superan las deficiencias estructurales actuales del Estadio Quisqueya.
Solicitar que Juan Soto juegue aquí debe incluir varios tipos de garantía, y la condición física del estadio debe ser una.
La renovación del Estadio Quisqueya no es solo una cuestión estética, sino una necesidad urgente para mantener la competitividad en el escenario nacional internacional, ya que ni para una Serie del Caribe calificaría.
