
El presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa, apeló este domingo a la «paz civil» y anunció la formación de un comité «independiente» para investigar los enfrentamientos armados y matanzas que segaron la vida de más de 1,300 personas, incluidos 800 civiles que de acuerdo con una ONG fueron en su mayoría ejecutados de manera sumaria por las nuevas fuerzas de seguridad de Damaso.
Al Sharaa anunció su intención de remitir a la justicia a los responsables de las masacres, en la peor ola de violencia que se registra en el país en años.
En un discurso ofrecido en una mezquita de Damasco esta madrugada, Al Sharaa llamó a la calma, y dijo que lo ocurrido ha sido un desafío «esperado».
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«Tenemos que proteger la unidad nacional y la paz civil», afirmó después de que las fuerzas de seguridad de Damasco hayan sido acusadas de matar a al menos 830 en cuatro días de campaña militar en el oeste del país, unos actos de venganza sectaria tras unos ataques lanzados el pasado jueves por grupos leales al derrocado presidente Bachar al Asad, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Al Sharaa anunció hoy la formación de un comité «independiente» para investigar las «violaciones contra civiles» y averiguar quiénes son los responsables de la «comisión de delitos».
Este comité está formado por cinco jueces, un general de brigada y un abogado, informó la Presidencia siria en un comunicado firmado por Al Sharaa y donde identifica con nombre y apellidos a sus miembros.
Los siete van a tener treinta días para enviar el informe a Presidencia después de cumplir con las tareas encomendadas, que son, entre otras, «revelar las causas, circunstancias y condiciones que llevaron a que ocurrieran estos eventos», así como «investigar las violaciones contra los civiles e identificar a aquellos que son responsables».
En el cuarto punto se incide que se remitirá a la justicia «a quienes se compruebe que están implicados en la comisión de delitos y violaciones» durante estos actos.
Llamó a todos los organismo gubernamentales relevantes a que cooperen con el comité todo lo necesario para lograr que cumplan sus tareas encomendadas.
Este comité se suma al formado la víspera por el Ministerio de Defensa, que tiene como objetivo «mandar a juicio militar» a los infractores durante las operaciones en la costa mediterránea siria.
De acuerdo al Observatorio Sirio de Derechos Humanos -ONG cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno-, desglosó la cifra total de muertos en 830 civiles, 231 miembros de las fuerzas de seguridad, así como 250 militantes leales al antiguo régimen.
El Observatorio realizó un llamado «urgente» a las autoridades sirias en Damasco para «responsabilizar al personal de seguridad y defensa implicado en las ejecuciones sobre el terreno» contra la minoría alauita, rama del islam chií a la que pertenece el expresidente Al Asad y que fue privilegiada durante su régimen.
Hasta el momento, el nuevo Gobierno sirio no ha reconocido estos actos ni ha desglosado una cifra de víctimas civiles ni bajas en sus filas.