
Brad Sigmon, condenado a muerte por el asesinato en 2001 de los padres de su exnovia, fue ejecutado en Carolina del Sur este viernes mediante un pelotón de fusilamiento. La ejecución se realizó a las 18:08 hora local (23:08 GMT), convirtiéndose en la primera de este tipo en Estados Unidos en 15 años.
Sigmon, de 67 años, fue atado a una silla en la cámara de ejecución, donde se le colocó una diana sobre el pecho y una bolsa en la cabeza. Tres voluntarios, ocultos tras una cortina, dispararon rifles simultáneamente contra su torso, utilizando balas especiales diseñadas para causar el máximo daño. Un médico examinó su cuerpo durante 90 segundos antes de declararlo muerto.
La ejecución por pelotón de fusilamiento no se había utilizado en EE.UU. desde 2010, y solo se ha aplicado en cuatro ocasiones desde que la pena de muerte fue reestablecida en 1976. Sigmon había elegido este método debido a su preocupación por la eficacia de la inyección letal y la silla eléctrica, los otros métodos disponibles.
Antes de su muerte, Sigmon dejó una declaración: “Quiero que mi declaración final sea de amor y disculpa”. Citó la Biblia y denunció la pena de muerte, agregando: “Ya no vivimos bajo la ley del Antiguo Testamento, ahora vivimos bajo el Nuevo Testamento”.
El doble asesinato de 2001
Sigmon fue condenado por matar a los padres de su exnovia en Greenville, Carolina del Sur, usando un bate de béisbol. La investigación reveló que también planeaba atacar a su exnovia, pero ella logró escapar. Sigmon confesó que no quería que ella estuviera con nadie más.
A pesar de la petición de sus abogados de postergar la ejecución debido a la falta de información sobre el fármaco utilizado en las inyecciones letales, la Corte Suprema de Carolina del Sur rechazó la solicitud. La ley estatal también mantiene en secreto la identidad de los miembros del escuadrón de fusilamiento y de los proveedores de los fármacos letales.
El estado de Carolina del Sur ha enfrentado críticas por la falta de transparencia en las ejecuciones. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) presentó una demanda en enero contra la ley que prohíbe la divulgación de la información relacionada con las ejecuciones.
Una ejecución controvertida
La ejecución por pelotón de fusilamiento es un proceso complejo que implica atar al prisionero a una silla con una diana en el pecho y una bolsa en la cabeza. Los verdugos permanecen ocultos tras una cortina, y los testigos observan la ejecución desde detrás de un vidrio blindado. Las balas utilizadas en este método están diseñadas para causar el máximo daño, lo que ha generado debate sobre el dolor que podría causar al condenado.
Aunque la mayoría de los prisioneros en Carolina del Sur son ejecutados por electrocución, las tres ejecuciones más recientes fueron llevadas a cabo mediante inyecciones letales que contenían pentobarbital. Estas ejecuciones, aunque aparentemente rápidas, han sido objeto de controversia debido a la falta de información sobre su ejecución.
La ACLU ha argumentado que la falta de transparencia en el proceso de ejecución y la prohibición de divulgar información sobre las mismas perjudican la discusión pública sobre la moralidad, seguridad y eficacia de la pena de muerte en Carolina del Sur.
Con información de BBC News.
Por: Yari Araujo