Si le han diagnosticado cáncer, una de sus primeras preguntas probablemente sea: “¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?”. Su equipo de atención oncológica puede recomendarle opciones conocidas (cirugía, quimioterapia, radioterapia). Su equipo también puede hablarle sobre inmunoterapia o terapia dirigida, nuevos tipos de tratamiento que son muy eficaces contra ciertos tipos de cáncer.
El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, se registran 20 millones de nuevos casos de cáncer y 9.7 millones de muertes a nivel mundial para el 2022. En República Dominicana, se diagnosticaron más de 60,000 casos de cáncer durante el período 2020-2024.
“Estamos viendo tratamientos nuevos y en evolución para tratar el cáncer. Estos pueden brindar una mejor calidad de vida, una vida más prolongada y, en algunos casos, una cura”, afirma Susan Saintiche, enfermera especialista en el Programa de Inmunoterapia Celular de Mass General Cancer Center.
“El futuro es la personalización de la atención médica. Los dos tipos de tratamiento brindan atención individualizada porque utilizan ciertas características únicas del cáncer de una persona para combatir la enfermedad”, añade.
Los tratamientos avanzados funcionan de diferentes maneras, explican Saintiche y Sara Cobb, también enfermera especialista de Mass General Cancer Center y jefa del equipo de enfermeras clínicas del Programa de Inmunoterapia Celular.
¿Qué es la inmunoterapia?
La inmunoterapia es un grupo de tratamientos que pueden ayudar a su propio sistema inmunitario a encontrar y combatir las células cancerosas. El sistema inmunitario existe para protegerlo de infecciones y enfermedades. Sin embargo, a veces las células cancerosas tienen características especiales que las ayudan a resistir el sistema inmunitario.
¿Cómo funciona la inmunoterapia? La inmunoterapia puede ayudar a que el cuerpo produzca más células inmunitarias o células inmunitarias más fuertes. También puede ayudar al sistema inmunitario a localizar las células cancerosas que intentan esconderse.
“Cuando usted se enferma, su cuerpo reconoce el virus o la bacteria y lucha contra ellos. Lo mismo ocurre con el cáncer: su cuerpo reconoce las células anormales”, señala Saintiche.
“No obstante, el cáncer crea un entorno tóxico para las células inmunitarias. Ellas se encadenan y no pueden hacer su trabajo. La inmunoterapia ayuda a estimular las células que destruyen el cáncer para que puedan combatirlo”, agrega.
La inmunoterapia puede mejorar la posibilidad de supervivencia al cáncer, muchas veces con menos efectos secundarios que otros tipos de tratamientos, como la quimioterapia. La inmunoterapia también puede tener efectos duraderos, evitando que el cáncer se propague o regrese.
“En algunos casos, crea una respuesta duradera para mantener el cáncer a raya. En otros casos, es una cura que dura el resto de la vida de una persona”, indica Cobb.
Tipos de inmunoterapia contra el cáncer
Existen varios tipos de inmunoterapia que funcionan de diferentes maneras:
• Inhibidores de puntos de control: los puntos de control inmunitarios evitan que las respuestas inmunitarias sean tan fuertes como para dañar las células sanas, y actúan como los frenos de un automóvil. Las células cancerosas pueden aprender a usar estos puntos de control para evitar que el sistema inmunitario las ataque.
Los inhibidores de puntos de control bloquean los puntos de control, lo que permite que las células inmunitarias respondan a las células cancerosas.
• Terapia de células T-CAR (con receptor de antígeno quimérico): este tipo de inmunoterapia también se conoce como terapia de células T-CAR. Implica la extracción de algunas de sus propias células inmunitarias (células T), su modificación genética para encontrar y matar células cancerosas, y luego reintroducirlas en su cuerpo.
• Tratamientos con citocinas: las citocinas son proteínas que envían señales al sistema inmunitario para que haga su trabajo. Algunas citocinas se pueden producir en un laboratorio y luego administrarse como tratamiento contra el cáncer.
• Inmunomoduladores: los medicamentos inmunomoduladores ayudan a reforzar el sistema inmunitario de diferentes maneras. Por ejemplo, pueden ayudar al sistema a producir más glóbulos blancos para combatir el cáncer o pueden impedir que los tumores creen nuevos vasos sanguíneos, que son necesarios para que el cáncer pueda crecer.
• Anticuerpos monoclonales: el sistema inmunitario produce anticuerpos para atacar elementos dañinos como gérmenes y células cancerosas. Los anticuerpos monoclonales son proteínas que los científicos pueden fabricar para que actúen como anticuerpos humanos naturales. Un anticuerpo monoclonal puede considerarse una inmunoterapia o una terapia dirigida, según cómo se utilice. En la inmunoterapia, los anticuerpos monoclonales marcan las células cancerosas para que el sistema inmunitario pueda verlas.
• Vacunas: la mayoría de las personas están familiarizadas con las vacunas que ayudan a prevenir infecciones, pero también existen vacunas para ayudar a prevenir o tratar ciertos tipos de cáncer.
¿Qué es la terapia dirigida contra el cáncer?
Algunas células cancerosas tienen determinadas proteínas que las ayudan a crecer. La terapia dirigida interfiere con esas proteínas. Esto es diferente a la quimioterapia, cuyo objetivo es destruir las células cancerosas, y a la inmunoterapia, que utiliza el sistema inmunitario para combatir el cáncer.
¿Cómo funciona la terapia dirigida? Ésta puede:
• Interrumpir las señales que utilizan las células cancerosas para comunicarse, crecer y dividirse.
• Impedir que los tumores formen nuevos vasos sanguíneos –que necesitan para crecer– o destruir los vasos sanguíneos existentes de un tumor.
• Entregar toxinas a las células cancerosas, lo que provoca su muerte.
• Privar a las células cancerosas de las hormonas que algunos tumores necesitan para crecer (por ejemplo, cáncer de mama y cáncer de próstata).
La terapia dirigida causa menos daño a las células normales que otros tratamientos, lo que puede significar menos efectos secundarios.
Tipos de terapia dirigida
Hay dos tipos principales de terapias dirigidas: medicamentos de moléculas pequeñas y anticuerpos monoclonales.
• Inhibidores de la angiogénesis: estos medicamentos de moléculas pequeñas impiden que un tumor forme nuevos vasos sanguíneos.
• Anticuerpos monoclonales: cuando se utilizan como terapia dirigida, los anticuerpos monoclonales se adhieren a objetivos específicos en las células cancerosas. Una vez que se adhieren, pueden interferir con el crecimiento del cáncer, matar las células o hacer que las células se autodestruyan.
• Inhibidores de la proteasoma: este tipo de tratamiento altera las funciones de las células y las células cancerosas mueren.
• Inhibidores de la transducción de señales: estos interrumpen las señales que las células cancerosas utilizan para comunicarse y propagarse.
“Confíe en su equipo. Ellos saben qué tratamiento será mejor para usted y su cáncer. Ya sea terapia dirigida o inmunoterapia, tiene que ser el adecuado para usted y su tipo específico de cáncer”, señala Susan Saintiche, enfermera especialista de Mass General Brigham
Efectos secundarios de la inmunoterapia y la terapia dirigida
Ambos tipos de tratamientos suelen tolerarse bien, afirman Cobb y Saintiche. Sin embargo, pueden causar efectos secundarios y, en raras ocasiones, complicaciones graves. Su equipo lo supervisará de cerca para ayudarlo a controlar los efectos secundarios o las complicaciones, y también para determinar si su tratamiento está funcionando.
La inmunoterapia y la terapia dirigida pueden causar:
• Síntomas similares a los de la gripe, como fatiga, fiebre, escalofríos y dolores corporales.
• Palpitaciones cardíacas o cambios en la presión arterial.
• Dolor, sensibilidad o hinchazón en el lugar de la inyección.
• Reacciones cutáneas como sarpullido, sequedad, picazón, enrojecimiento o sensibilidad a la luz.
• Síntomas gastrointestinales, como náuseas, vómitos y diarrea.
Las complicaciones infrecuentes pero graves incluyen efectos sobre el cerebro, el sistema nervioso, el sistema inmunitario, el corazón y los pulmones.
¿Qué tratamiento contra el cáncer debo elegir?
No hay dos tipos de cáncer iguales. El equipo de atención oncológica tendrá en cuenta varios aspectos para el desarrollo de un plan de tratamiento individualizado para el cáncer. Esto puede incluir inmunoterapia, terapia dirigida, cirugía, quimioterapia y radioterapia, o una combinación de ambas.
Su equipo de atención oncológica puede recomendar inmunoterapia o terapia dirigida en función de lo siguiente:
• El tipo de cáncer (por ejemplo, cáncer de pulmón, cáncer de mama).
• Qué tan avanzado está el cáncer (conocido como la etapa).
• Tratamiento o tratamientos que usted ya haya recibido.
• Resultados de pruebas que muestren si el cáncer tiene ciertas características (a menudo llamadas biomarcadores) que hacen que ciertos tratamientos sean efectivos.
Datos más recientes del Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (Incart) revelan que los cinco cánceres más frecuentes en el país son los de mama, próstata, cervicouterino, colon y pulmón.
Saintiche y Cobb enfatizan que el tipo de tratamiento contra el cáncer que mejor se adapta a usted es el que desarrolla junto con su equipo de tratamiento como parte de una atención coordinada.