Los 221 alcaldes y alcaldesas de Ecuador enfrentan una constante incertidumbre, sin saber quién podría ser la próxima víctima del crimen organizado, alertó Patricio Maldonado, presidente de la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME).
En los últimos dos años, cinco alcaldes han sido asesinados por sicarios, lo que ha generado un clima de temor entre las autoridades locales.
Maldonado afirmó que estos crímenes han cambiado por completo la forma en que los alcaldes realizan sus actividades públicas, ya que temen volverse objetivos fáciles para los delincuentes.
“Es cada vez más común la ausencia de alcaldes en eventos por temor a exponerse. No sabemos quién será el próximo ni cuáles son las razones detrás de estos ataques”, expresó Maldonado, quien también es alcalde de Nabón, en la provincia de Azuay.
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La situación alcanzó un nuevo nivel de gravedad el pasado sábado con el asesinato de Éber Ponce, alcalde de Arenillas, en la provincia de El Oro. Ponce fue atacado mientras se desplazaba en su vehículo, recibiendo cinco disparos por parte de un sicario en motocicleta. Este crimen se suma a los de otros alcaldes en 2023 y 2024, como Agustín Intriago, de Manta, y Brigitte García, de San Vicente, entre otros.
Ante esta ola de violencia, la AME ha solicitado reiteradamente al gobierno de Daniel Noboa mayores medidas de seguridad para los alcaldes, pero hasta ahora las peticiones no han sido atendidas. Maldonado destacó que, de los 221 alcaldes, al menos 100 enfrentan amenazas directas, pero solo 55 cuentan con escoltas policiales.
“La Policía argumenta que no tienen capacidad para proteger a todos, pero no se trata de cubrir a todos, sino de priorizar a quienes están en mayor riesgo”, señaló.
El líder de la AME criticó la desigualdad en la asignación de recursos de seguridad, señalando que otras autoridades cuentan con contingentes de hasta ocho escoltas mientras que los alcaldes, muchas veces en la primera línea de conflicto con el crimen organizado, quedan desprotegidos.
Maldonado subrayó que los asesinatos buscan infundir temor en la población y desestabilizar a las autoridades locales. Además, señaló que varias amenazas están relacionadas con acciones contra el tráfico de tierras, un problema que también ha afectado a otros 18 funcionarios municipales.
Ecuador cerró 2023 como el país con la tasa de homicidios más alta de Latinoamérica, con 47 asesinatos por cada 100,000 habitantes. Ante esta crisis, el presidente Noboa declaró en 2024 un “conflicto armado interno” para combatir a las bandas del crimen organizado, calificándolas como “terroristas”. Sin embargo, los alcaldes continúan viviendo bajo la sombra de la violencia, reclamando medidas que garanticen su seguridad y la de sus comunidades.
EFE
Por: Itzel Olivo