Por: Itzel Olivo
En República Dominicana, la Navidad no es solo una celebración, ¡es una fiesta desde el primer día de diciembre!. Las luces se encienden por toda la ciudad, pero lo que realmente prende es la alegría de la gente.
En cada casa, no solo se prepara el árbol, sino que los fogones comienzan a calentar los platos tradicionales que nos hacen la boca agua. Y claro, la música no puede faltar, desde el primer “¿Qué hay de nuevo, manito?” hasta el último acorde de merengue. ¡La Navidad aquí se vive a lo grande!
Las tradiciones navideñas en nuestro país son tan sabrosas como la comida en la mesa. El “lechon asado”, los charamicos, la “pinta navideña” , y la música de los parrandos se sienten por todos lados. Las calles se visten de colores, las casas se adornan con todo tipo de figuras de Navidad, y el ritmo de la temporada se siente hasta en el aire. Aquí no hay Navidad sin compartir, sin el “aguinaldo” y sin esa buena vibra que solo los dominicanos sabemos transmitir.
Cada año, la creatividad de la gente le da un toque único a la celebración, haciendo que todos se sumen a la fiesta, ya sea con un plato nuevo o con una nueva forma de hacer “el hoyo”. Todo el mundo se involucra, y eso refleja el verdadero espíritu de comunidad que nos caracteriza. Así que, si te atreves a recorrer el diciembre dominicano, prepárate para vivir la Navidad con sabor, ritmo y mucha alegría.
Decoraciones: Desde charamicos hasta creatividad con reciclaje
En los barrios dominicanos, las decoraciones navideñas no tienen límites. Si bien los charamicos siguen siendo el símbolo más emblemático, también aparecen los famosos árboles hechos con botellas plásticas. Familias y comunidades se organizan para recolectarlas y transformarlas en adornos únicos que llenan de vida parques y esquinas. Guirnaldas hechas con tapas de refresco y luces LED recicladas son parte del repertorio creativo.
Caminar por un barrio dominicano en diciembre es como estar en una feria artesanal. Además de las luces y colores, hay música y vecinos organizando actividades para compartir chocolate caliente o té de jengibre. Es Navidad con el toque local que solo el dominicano sabe dar.
Cena de Nochebuena: Festín sin fin
El 24 de diciembre es el día más esperado del calendario navideño, donde se celebra la mítica Cena de Nochebuena. ¿El menú? Una competencia en cada familia para ver quién prepara más y mejor:
Lechón asado
El plato estrella, con su carne jugosa y la piel crocante que siempre inicia una pelea amistosa.
Pasteles en hoja
Ya sea comprados o hechos en casa, no hay plato que grite más “Navidad” que este envuelto de yautía y plátano relleno de carne.
Lasaña
De carne molida o hasta vegetariana, este plato es una constante en la mesa familiar.
Moro de guandules
Con su punto perfecto de coco, la combinación obligatoria junto al lechón.
Pastelón de plátano maduro
La mezcla perfecta de lo dulce y lo salado. Este es el plato que nadie deja pasar.
Telera
Ese pan largo y suave que parece adquirir un sabor especial solo en diciembre.
Gomitas de colores y coquitos
Mientras se espera la cena, estos dulces se comparten entre risas y cuentos familiares.
Ensalada Rusa
El calentao’
El 25 no se queda atrás, porque llega el esperado calentao navideño. Todo lo que sobró del día anterior (que, usualmente, es suficiente para alimentar otro batallón) se recalienta y vuelve a ser disfrutado como si fuera la primera vez. Porque, seamos claros, el moro sabe mejor al otro día.
El día nacional del Tubi: Una tradición del 24 de diciembre
Entre los días más importantes de diciembre, el 24 de diciembre tiene su propia mención especial: el día nacional del Tubi.
Es el momento en que las mujeres se aseguran de mantener su peinado perfecto después de una visita estratégica al salón.
El tubi, ese peinado enrollado que protege el alisado, se convierte en el accesorio más usado mientras se hacen los últimos mandados o se supervisan los preparativos de la cena. Si paseas por la calle ese día, verás mujeres en tubi y pinchos brillando con confianza y estilo.
Estrenar pinta: La Duarte como pasarela
En diciembre, uno no solo celebra, ¡también se luce! Estrenar ropa el 25 de diciembre es una costumbre obligatoria, y los preparativos empiezan con la famosa visita a la Duarte con París. No importa el presupuesto, todos encuentran algo para brillar en esta temporada.
El 25 es una pasarela nacional: niños, jóvenes y adultos se ponen sus mejores galas. Los zapatos relucen, los pantalones tienen su doble plancha, y las fotos familiares siempre destacan esas combinaciones navideñas.
Aguinaldos y parrandas: La fiesta en la calle
Los aguinaldos son una de las tradiciones más queridas de la Navidad dominicana. Originalmente consistían en visitas cantadas con tamboras, güiras y güiros, recorriendo las casas del vecindario. Hoy, muchas parrandas combinan lo tradicional con un toque moderno, llevando bocinas Bluetooth y playlists con clásicos navideños y éxitos modernos.
Aguinaldos son la perfecta excusa para compartir un té de jengibre, un buen ron y, a veces, hasta un platito de moro que alguien generosamente ofrece. Es una tradición que une a vecinos y convierte cualquier calle en una fiesta improvisada.
Los Reyes Magos: ¡El día del último regalo!
Aunque Papá Noel ya tiene un espacio en el corazón de los dominicanos, el 6 de enero, Día de los Reyes Magos, sigue siendo especial, sobre todo para los más pequeños. En esta fecha, los niños dejan sus zapatos preparados para recibir los regalos de Melchor, Gaspar y Baltasar. En algunos hogares, la costumbre es regalar juguetes pequeños y dulces, porque, después de todo, la Navidad es para extender la magia hasta el último momento.
El equilibrio entre pasado y presente
Las tradiciones navideñas dominicanas han cambiado con los años, pero su esencia permanece: la familia, el calor humano, y una alegría que no se apaga. Desde las decoraciones más creativas hasta los festines más generosos, desde el Día del Tubi hasta los aguinaldos, la Navidad en dominicana es una fiesta que combina lo mejor de todos los tiempos.
Así que, si tienes la suerte de vivir o visitar República Dominicana en diciembre, prepárate para días llenos de sabor, risas y una energía contagiosa. ¡Eso sí, ven con hambre, porque aquí, más que celebrar, nos aseguramos de compartir.