El activista por el derecho a morir y creador de una nueva “cápsula suicida” rechaza las acusaciones “absurdas” de que la mujer estadounidense que, presuntamente, fue su primera usuaria, en realidad pudo haber sido estrangulada.
Philip Nitschke, del grupo de defensa Exit International, dijo el miércoles que no estuvo presente en la muerte de la mujer el 23 de septiembre con la cápsula “Sarco” en un bosque en el norte de Suiza, pero lo vio en vivo por transmisión de video.
El dispositivo funcionó según lo planeado, dijo, en la primera y única vez que se ha utilizado.
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El jefe de una filial suiza de Exit International conocida como The Last Resort, Florian Willet, estuvo presente en la muerte de la mujer y fue puesto de inmediato bajo custodia policial, donde permanece.
Otras personas que fueron detenidas inicialmente, entre ellas, un periodista del diario Volkskrant de Holanda, donde vive Nitschke, fueron liberadas posteriormente.
Nitschke, nacido en Australia, rompió semanas de silencio en una entrevista con el respetado diario suizo Neue Zuercher Zeitung, la cual fue publicada el miércoles.
En entrevista telefónica con The Associated Press, dijo sentirse obligado a hablar debido a que Exit International estaba “desesperada” por la difícil situación de Willet, que podría permanecer tras las rejas durante semanas o meses hasta que se realice un posible juicio.
La mujer, de 64 años, no ha sido identificada. Nitschke, médico capacitado, señaló que ella tenía la “función inmune comprometida” lo que la “sometía a una infección crónica”.
El 26 de octubre, Volkskrant informó que la fiscalía suiza dijo en el tribunal que la mujer pudo haber sido estrangulada.
“Es absurdo, porque tenemos una filmación que muestra que la cápsula no fue abierta. Ella entró por sí misma, presionó el botón ella misma, y Florian llamó a la policía” cuando ella murió, afirmó Nitschke.
Peter Sticher, fiscal de la región de Schaffhausen, en el norte del país, que encabeza la acción legal, declinó comentar en un correo electrónico enviado el miércoles a la AP, diciendo que la investigación está en curso.
Nitschke ha dicho repetidamente que los abogados suizos de Exit International han advertido que el uso de la cápsula sería legal en Suiza.
Las leyes suizas permiten el suicidio asistido siempre que la persona se quite la vida sin “ayuda externa” y que quienes la ayuden a morir no lo hagan por “ningún motivo egoísta”, según un sitio web gubernamental.
Suiza es uno de los pocos países del mundo al que los extranjeros pueden viajar para terminar con su vida de manera legal, y cuenta con varias organizaciones dedicadas a ayudar a las personas a quitarse la vida.
AP
Por: Itzel Olivo