En cuanto a la parte superior de la nave, que despegó impulsada por ese superpropulsor rescatado, el plan de vuelo fue muy similar al de la anterior prueba, con una trayectoria suborbital que concluyó con un amerizaje suave en el océano Índico al oeste de Australia, una hora y cinco minutos después del lanzamiento. Una vez en el agua, la nave explotó, pero hasta entonces, todas las fases del delicado descenso de la nave se completaron de acuerdo a lo previsto, según indicó el control de la misión durante la retransmisión ofrecida por la propia compañía aeroespacial.
En los últimos meses, los ingenieros de SpaceX habían estado trabajando para reemplazar por completo la coraza térmica de la Starship. Ese sistema, que protege a la nave del calentamiento durante su reentrada en la atmósfera, mostró ciertos problemas al final del cuarto vuelo de prueba el pasado mes de junio.
La empresa aeroespacial de Elon Musk se había manifestado muy cautelosa con respecto a la realización de la espectacular maniobra de captura del superpropulsor, advirtiendo de que solo se intentaría si las condiciones eran adecuadas: “Miles de parámetros distintos del vehículo y la plataforma deberán cumplirse antes de un intento de retorno y captura del propulsor Super Heavy. Para ello, se necesitará que las comprobaciones automáticas muestren que los sistemas del propulsor y de la torre estén en buenas condiciones; y además, que el director de vuelo de la misión dé la orden manual”, segun explicó SpaceX en su plan para esta quinta prueba de una Starship. Si no se daban ambas condiciones, el propulsor seguiría con su trayectoria prevista para un amerizaje suave en las aguas del golfo de México. En cualquier caso, la compañía también había avisado de que, en su regreso, el Super Heavy alcanzaría velocidades supersónicas, por lo que se producirían explosiones sónicas audibles en la zona de aterrizaje.
Los próximos retos de Starship
El primer vuelo de una nave Starship fue en abril de 2023. Acabó en explosión, igual que los dos siguientes. Solo en el cuarto ensayo, por primera vez los dos completaron trayectoria sin estallar por el camino. Una vez finalizada hoy la quinta prueba, con el gran éxito de la captura del propulsor en el primer intento de esa maniobra y con mejoras importantes en el regreso de la parte superior de la nave, SpaceX aún no ha desvelado cuáles serán sus siguientes pasos.
Tras cuatro meses de espera que enfadaron a Musk, su empresa por fin obtuvo ayer autorización de la Administración Federal de Aviación (la FAA, por sus siglas en inglés) para realizar dos ensayos como el de hoy. Por tanto, sería posible un sexto vuelo de prueba de Starship antes del final de 2024, en el que SpaceX consolidara y optimizara los logros que acaba de alcanzar. En el momento en que la pinza atrapó el superpropulsor, salían de él unas anómalas llamaradas, y el análisis de todos los datos en las próximas semanas dirá qué mejoras hay que realizar.