Paul McCartney hizo historia en Argentina con su primer show en el estadio River Plate, a cinco años de su última visita. El legendario músico británico ofreció una experiencia única, con más de dos horas y media de música que recorrieron las décadas doradas de su carrera.
Desde los primeros acordes de “Can’t Buy Me Love”, el público estalló en emoción, coreando cada canción de un setlist cargado de éxitos tanto de The Beatles como de Wings y su etapa solista.
A sus 82 años, McCartney demostró que la edad es solo un número cuando se trata de transmitir energía y amor por la música.
Decorado con pantallas verticales y una iluminación impactante, el escenario se adaptó a cada emoción y cuento musical.
Mediante imágenes evocadoras, se celebró la trayectoria de McCartney, desde sus días con los Quarrymen hasta su tiempo con Wings, arrojando luz sobre cómo sus aportes a la música han marcado generaciones completas.
El artista mezcló éxitos de diversas etapas de su carrera, interpretando tanto temas de los Beatles como de su trayectoria como solista. Canciones como “Letting go”, “Maybe I’m amazed” y la emotiva “Blackbird” resonaron entre el público, que participó de manera entusiasta, cantando y aplaudiendo en cada instante de la velada.
El espectáculo comenzó con “Can’t buy me love”, seguido de clásicos de los Beatles como “Got to get you into my life” y “I’ve just seen a face”. Un momento especial fue la interpretación de “Here today”, en homenaje a John Lennon. Además, se presentó en vivo “Now and then”.
GP