Sigue el candente debate entre los legisladores por la sonada y cacareada posibilidad de hacer una reforma constitucional para, entre otras cosas, recortar de un plumazo 53 diputados. Y como no se ponen de acuerdo, se le está buscando un bajadero al controversial asunto. Algunos ven peligrar su vacante en futuras elecciones: a menos escaños, menos posibilidad de repetir.
Hay dos posiciones al respecto: por un lado, los diputados oficialistas que a coro cacarean la propuesta de reducir la matrícula; y los de la oposición, que se oponen rotundamente a esa cierta posibilidad. Entre los primeros, sin embargo, no hay acuerdo sobre el alcance del recorte: ¿serán 53?, ¿o 20?, ¿15 tal vez?
Veinte ha sido la cifra más sonada, según el cuchicheo que suena en los corrillos del Congreso. Se habla de crear distritos electorales, que vendrían a ser como las actuales circunscripciones, pero más cerrados que estas. Eso también desata pasiones y reacciones, pero parecería la forma más factible para zanjar la cuestión.
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Amado Díaz, un conocido diputado del PRM, está claro: le gustan los distritos electorales. ¿Por qué? “Es una especie de compensación, te reduce la cantidad pero te aumenta la posibilidad. Crea mayor vínculo, mayor liderazgo, mayor poder de representación local, te ahorra el costo de campaña porque el espacio es mucho más reducido”.
Otros no están de acuerdo con reducir diputados, como lo desea el presidente Abinader, y proponen que mantenga la cantidad de 190. Uno de ellos es Carlos De Pérez, de la Fuerza del Pueblo. He aquí sus razones:
Heriberto Aracena, otro diputado de la Fuerza del Pueblo, opina que es “un tema de capricho del presidente Luis Abinader“, quien, según él, no ha tenido “lealtad con sus diputados”.
