La final de la Eurocopa entre España e Inglaterra ha comenzado, con gran parte de la atención puesta en un adolescente prodigio y en si uno de los equipos con peores resultados del mundo puede poner fin a su espera de décadas por un título.
El partido comenzó el domingo en el Estadio Olímpico de Berlín tras una ceremonia de clausura con temática electrónica que incluyó movimientos de baile robóticos a cargo de artistas vestidos de blanco y fuego pirotécnico. A la ceremonia asistieron el príncipe Guillermo, el rey Felipe de España, el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y Keir Starmer, el nuevo primer ministro británico.
España buscaba ganar la Eurocopa por cuarta vez, un récord, rompiendo un empate con Alemania/Alemania Occidental, y por primera vez desde 2012. La nueva superestrella del equipo es el extremo Lamine Yamal, que cumplió 17 años el sábado y es el jugador más joven en haber aparecido y marcado en el Campeonato Europeo.
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Los defensas Dani Carvajal y Robin Le Normand regresaron al once inicial tras sus suspensiones para España, con Yamal formando parte del tridente de ataque.
El único cambio en el equipo de Inglaterra fue el regreso de Luke Shaw como lateral izquierdo, en lugar de Kieran Trippier, para su primera titularidad con su club o selección desde febrero.
Inglaterra, que se proclama la cuna del fútbol, no ha ganado un título importante en la categoría masculina desde el Mundial de 1966, y eso que se disputó en su propio país. Esta fue la segunda final consecutiva de la Eurocopa para el equipo, que perdió en la tanda de penales en el partido por el título contra Italia hace tres años.
“Queremos brindarles a todos la noche de sus vidas”, dijo el entrenador de Inglaterra, Gareth Southgate, antes del inicio del partido.
Los equipos tomaron caminos diferentes para llegar a la gran final que se celebró en el estadio de 71.000 asientos construido para los Juegos Olímpicos de 1936 y que albergó la final de la Copa del Mundo de 2006, donde tuvo lugar el infame cabezazo de Zinedine Zidane.
España ha ganado sus seis partidos y es considerada por muchos como el mejor equipo de la Eurocopa 2024, tras haber vencido a Alemania y Francia en la fase eliminatoria. Inglaterra no impresionó en la fase de grupos y ha demostrado resiliencia al remontar en sus tres partidos de la fase eliminatoria.
En el centro de Berlín, los aficionados ingleses superaban ampliamente en número a los españoles y se congregaron en gran número frente a la Puerta de Brandeburgo y otros lugares populares, cantando y bebiendo cerveza.
Los cánticos de “Dios salve a nuestro Rey”, “Hey Jude” —en honor al centrocampista inglés Jude Bellingham— y “El fútbol vuelve a casa” se podían escuchar entre los hinchas ingleses junto al río Spree.
España ya había conseguido una victoria temprana el domingo, cuando Carlos Alcaraz consiguió su segundo título individual masculino consecutivo en Wimbledon al vencer a Novak Djokovic.
A Alcaraz le preguntaron por la final de la Eurocopa 2024 en una entrevista en la Pista Central y el público comenzó a abuchear.
“Ya hice mi trabajo”, dijo sonriendo, “así que veamos el fútbol”.
(AP)