Una estrategia de riego tecnificado centrada en la zona de influencia de la cuenca Yaque del Sur y que cuenta con la asistencia técnica del Banco Mundial y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) beneficiará directamente a más de 34,000 productores e impactará 72,000 hectáreas.
En un comunicado emitido este viernes, Tecnificación Nacional de Riego (TNR) indica que esta iniciativa plantea una inversión total de 476.9 millones de dólares al 2033, lo que equivale a 6,586 dólares por hectárea en tarea.
De esta inversión, el 67 % será financiado a través del Fondo de Fomento a la Tecnificación del Sistema Nacional de Riego (FOTESIR) y los productores contribuirán con el 33 % restante.
En concreto, esta estrategia incluye un plan de bonificación para los agricultores a través del FOTESIR que cubre el 50 % del costo total del sistema de riego para productores con más de 31 hectáreas, el 60 % para aquellos con entre 6 y 31 hectáreas y el 70 % para los que tienen menos de 6 hectáreas.
Según el director ejecutivo de TNR, Claudio Caamaño Vélez, el cambio climático hace que acciones como esta sean necesarias para acelerar las medidas adaptativas del país y garantizar la seguridad alimentaria e hídrica a largo plazo.
Por parte del Banco Mundial el especialista en Riego y Drenaje Luis Loyola explica que la tecnificación de riego no es solo eficiencia en el uso del agua, sino que va más allá y es un elemento para promover la diversificación productiva y el acceso a mercados.
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Además, ello contribuye a las metas del Pacto Dominicano por el Agua y al plan del Gobierno de tecnificar 100 mil hectáreas en los próximos cuatro años.
El economista de la FAO Cristian Rodríguez resalta la importancia de que los productores puedan hacer una coinversión junto al Estado para que el esquema de tecnificación funcione y afirma: “Tenemos certeza de que la estrategia de tecnificación de riego es viable en el tiempo en términos financieros”.
En esta estrategia han trabado conjuntamente las juntas de regantes, las asociaciones de productores, el Banco Agrícola, los ministerios de Economía, Planificación y Desarrollo y de Agricultura, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), el Gabinete del Agua y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).