En un comunicado publicado este sábado, un día después de presentar su clasificación mundial de la libertad de prensa en el mundo para este año, Reporteros Sin Fronteras (RSF) puso el foco en lo que se vive en cinco de los países más poblados, China, Rusia, Bangladesh, Pakistán e India.
En el caso del gigante asiático, que ocupa el puesto 172 de los 180 evaluados, la organización afirmó que es “la mayor prisión del mundo” de periodistas, ya que hay más de 110 entre rejas, y además “trata de exportar su modelo totalitario de control de la información”.
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Asimismo, advirtió que más de la mitad de la población mundial vive en países en los que la situación de la libertad de prensa es “muy grave” y en los que los periodistas se juegan su vida o su libertad.
En todos ellos, “las recientes tentativas de control de la información durante las elecciones son la perfecta ilustración de la amplitud de la represión de la libertad de prensa que viven”, señala el texto.
En total, hay 36 países en los que la ONG considera “muy graves” las condiciones de ejercicio de la libertad de prensa, cinco más que en 2023.
En el otro extremo, únicamente un 8% de la población mundial está en países donde la situación es “buena” o “satisfactoria”, esencialmente en Europa, aunque también hay algunos en América (Canadá, República Dominicana, Jamaica o Costa Rica), en Oceanía (Australia, Nueva Zelanda), Asia (Taiwán) y África (Sudáfrica, Namibia o Mauritania).
En Rusia, en la posición 162, en previsión de las elecciones presidenciales, que han vuelto a confirmar en el Kremlin a Vladimir Putin, se adoptaron nuevas leyes para regular internet con el objetivo de “silenciar las voces disidentes y limitar el acceso a más de 140 millones de habitantes a informaciones fiables”.
Sobre Bangladesh (165), denuncia que el año previo a la reelección “sin sorpresa” de la primera ministra para un cuarto mandato consecutivo fue “de una gran violencia contra los periodistas, en particular durante manifestaciones que favorecían un clima de terror” del que se ha aprovechado el régimen.
En Pakistán (152), afirma que “se ha reforzado la censura oficial de los medios por los servicios secretos”, acusados de asesinar periodistas, con el objetivo de “borrar el partido del antiguo primer ministro Imran Khan del espacio mediático de la campaña electoral de febrero de este año.
Sobre India, se queja de que en un momento en que el actual primer ministro, el nacionalista hindú Narendra Modi, es candidato para un tercer mandato después de diez años en el poder, “la plaga de las campañas de desinformación y de acoso contra periodistas aumenta todavía más, así como las restricciones de acceso para los periodistas extranjeros”.
Por su parte, Reporteros Sin Fronteras advirtió que las autoridades políticas se han tornado en una de las principales amenazas a la libertad de prensa en todo el mundo debido al aumento de gobiernos y autoridades que “fallan en su papel de garantizar un marco ejemplar para el ejercicio del periodismo” y el acceso a una información fiable. Así se desprende de la última Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada por la organización, que destaca que el aspecto político, uno de los cinco indicadores que entran en juego en su informe, es el que más desciende a nivel mundial en el último año.
“RSF observa un deterioro preocupante del apoyo y el respeto a la autonomía de los medios, así como un aumento de las presiones que ejercen los Estados u otros actores políticos sobre ellos”, reza el documento publicado este viernes por RSF, que denuncia que este año “se caracteriza por la ausencia manifiesta de voluntad política” para proteger a los periodistas.
EFE