La ciudad de Rafah en la Franja de Gaza fue objeto de ataques aéreos israelíes luego de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, instruyera a las fuerzas armadas a preparar un plan para evacuar a los civiles de la zona.
Los bombardeos israelíes resultaron en la muerte de al menos 44 palestinos, incluyendo más de diez niños, en la ciudad sureña de Rafah, generando pánico tras el anuncio del primer ministro israelí sobre la necesidad de planificar la evacuación de cientos de miles de personas antes de una posible invasión terrestre.
Aunque Netanyahu no proporcionó detalles específicos ni un cronograma, la noticia provocó alarma y advertencias de la comunidad diplomática.
Con más de la mitad de la población de 2.3 millones de habitantes de Gaza concentrada en Rafah, muchos se encuentran en una situación incierta, especialmente aquellos que anteriormente obedecieron órdenes de evacuación israelíes que ahora abarcan dos tercios del territorio.
La dirección a la que podrían huir los civiles no está clara en este momento.
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Según Israel, Rafah, ubicada en la frontera con Egipto, representa el último bastión de Hamás en Gaza después de más de cuatro meses de conflicto, desencadenado por el ataque del 7 de octubre por parte de dicho grupo.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, advirtió sobre las posibles consecuencias desastrosas de una ofensiva terrestre israelí en Rafah y acusó a Israel de tener la intención de forzar a los palestinos a abandonar sus tierras en última instancia.
