La construcción del umbral para la entrada de agua al canal sobre el río Masacre está prácticamente terminada. Sólo falta la construcción de los muros de gaviones para proteger las orillas del río, los cuales aún no está terminada. El canal va tomando cada vez más forma y las obras más importantes se encuentran en la fase final.
A pesar de una semana difícil en Juana Méndez con movimientos de protesta y el bloqueo de las principales arterias de esta ciudad, las obras en el río Masacre continúan. Las autoridades haitianas expresaron que están en camino de completar el trabajo dentro de los próximos treinta días.
El único obstáculo que impide a los responsables fijar una fecha definitiva para la entrega de las obras del canal principal es la escasez de piedras en los ríos vecinos, sin las cuales resulta imposible la construcción de los muros de gaviones para proteger las orillas del río.
Los trabajadores y jefes de obra no están de brazos cruzados. La construcción del canal es una de las pocas actividades que no se vio afectada por la paralización de la ciudad de Juana Méndez del 15 al 18 de enero de 2024.
Se hace hincapié en la construcción de muros de gaviones aguas arriba y aguas abajo del zócalo. A pesar de la evidente escasez de piedras en los distintos ríos de Juana Méndez y Capotille, estas obras avanzan lo mejor que pueden. Pero por la fuerza de las circunstancias, los iniciadores se ven obligados a reducir el número de metros lineales de muros a construir.
30 metros en vez de 50
Así, en lugar de 50 metros lineales aguas abajo de la bocatoma, los responsables optan por unos treinta metros y el resto se consolidará mediante diques de tierra. Para proteger la toma también se levantarán 28 metros lineales de muro de gaviones para el ingreso de agua al canal.
La Grande Rivière ya no satisface la demanda y nos dirigimos hacia el río Limbé, a más de 80 kilómetros de Juana Méndez.
Además de la construcción de muros de protección, queda por construir un kilómetro de canales para permitir que el agua llegue al río Diassa, curso de agua que debe llevar el agua hasta el rebosadero para su distribución en los arrozales de Ferrier.
Algunos de los bloques de hormigón, comúnmente llamados bloques de hormigón, ya están disponibles. Esto significa que una vez finalizadas las obras de protección en las orillas de la toma, se continuará con la construcción de la última parte de la obra del canal primario.
No sólo la construcción del canal primario
“Haremos todo lo posible para que esta obra se construya según las reglas del arte”, afirmó el responsable de comunicación del comité de construcción del canal, Éliphète Jean Gilles. El lema “Kanal la pa p kanpe” es cosa del pasado.
Ahora la atención se centra más bien en la explotación de la obra. La inauguración del canal no debería tardar mucho. Pero se deben realizar otros trabajos para explotar el canal. Uno de los ingenieros responsables de la obra, Lesnel Marcellus, habla de las obras que se realizarán en Diassa y los canales secundarios para permitir que el agua llegue a las zonas más remotas de la llanura de Maribaroux, una llanura de 5.000 hectáreas de regadío de las cuales menos Se desarrollan más de 2.000.
Esta toma, en este caso, debe contribuir al riego de las 3.000 hectáreas restantes para incrementar la producción en esta zona del país. “El agua es y ha sido siempre el factor que limita la producción en el Nordeste”, recuerdan los responsables entrevistados por Le Nouvelliste. Por eso la construcción de este canal no debería ni sería una iniciativa sencilla. “La idea es ayudar a reducir la dependencia alimentaria del país de sus vecinos más cercanos, la República Dominicana y los Estados Unidos de América”, asegura Eliphète Jean Gilles.
Además, de la producción vegetal, estas capturas contribuirán al desarrollo de la ganadería en el bajo Maribaroux. Porque cada año mueren de sed vacas y cabras en casi todas partes de esta zona.
El funcionario dijo que aún no ha llegado el momento de respirar, sobre todo, asegura, que no podemos contar con el apoyo del Estado, que no muestra ningún interés por los trabajos realizados desde el 30 de agosto de 2023 con palas, palas y rudimentarios y equipo. Se realizaron trabajos de mampostería y roca y los ingenieros volvieron al plan inicial para poder continuar con los trabajos.
Tras el desvío de agua, los primeros trabajos a nivel de toma tienen en cuenta los muros en forma de L para la entrada de agua y los muros de contención.
Existe una primera pared transversal para proteger el umbral. Y como todos los problemas de República Dominicana con la construcción de esta toma tienen que ver con el umbral, el ingeniero quiere una vez más asegurar a todas las partes que no hay nada que temer en términos de caudal.
Dependiendo de la temporada en cuestión, el río tiene diferentes caudales. Para dimensionar la obra, los técnicos consideraron el bajo caudal en periodos en los que el agua disminuye considerablemente. Durante este período, precisa, el caudal es de alrededor de 2,84 metros cúbicos por segundo y el umbral de entrada está dimensionado para recibir aproximadamente 1,5 metros cúbicos por segundo.
“El umbral podría incluso constituir un problema para las parcelas situadas aguas abajo si fuera demasiado alto”, afirma el técnico antes de añadir que respetan todas las normas internacionales en este ámbito. También especifica que no se trata de una presa. Los estándares internacionales, continúa, exigen que no superemos el 20% del caudal de agua. Y este es el caso de esta construcción. “El umbral está dimensionado para retener menos del 20% del caudal de agua”, especifica el técnico.
Tras cuatro meses de trabajo la obra del túnel del canal primario avanza. Si bien no existe una carrera contrarreloj para entregar la obra, los responsables dicen estar decididos a entregarla lo antes posible.
Tienen presente realizar un trabajo bien hecho teniendo en cuenta los estándares internacionales que rigen la materia. Pero lo más importante es permitir que esta agua llegue a los arrozales de la llanura de Maribaroux para poder desarrollar las 5.000 hectáreas regadas en esta llanura.
Fuente: Le Nouvelliste
