La ciudad italiana de Venecia anunció el sábado nuevos límites al tamaño de los grupos de turistas, la última medida para reducir la presión del turismo de masas en la famosa ciudad del canal.
A partir de junio, los grupos estarán limitados a 25 personas, o aproximadamente la mitad de la capacidad de un autobús turístico, y se prohibirá el uso de altavoces, “que pueden generar confusión y disturbios”, dijo la ciudad en un comunicado.
La funcionaria de la ciudad encargada de la seguridad, Elisabetta Pesce, dijo que las políticas tenían como objetivo mejorar el movimiento de grupos a través del centro histórico de Venecia, así como las islas muy visitadas de Murano, Burano y Torcello.
La ciudad anunció previamente planes para probar una nueva tarifa para excursionistas este año. La tarifa de 5 euros (5,45 dólares) por persona se aplicará durante 29 días pico entre abril y mediados de julio, incluida la mayoría de los fines de semana. Su objetivo es regular las aglomeraciones, fomentar visitas más largas y mejorar la calidad de vida de los residentes de Venecia.
La agencia cultural de la ONU citó el impacto del turismo en la frágil ciudad lagunar como un factor importante para considerar dos veces incluir a Venecia en la lista de sitios patrimoniales en peligro de la UNESCO.
La ciudad escapó la primera vez limitando la llegada de grandes cruceros a través del Canal de Giudecca y nuevamente en septiembre cuando anunció la implementación del cargo por excursionista, que se había retrasado cuando el turismo disminuyó durante la pandemia de COVID-19.