El Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional dictó la
primera sentencia de 40 años de prisión contra dos jóvenes hallados culpables de matar a un vigilante de seguridad, en el sector Mejoramiento Social.
El hecho ocurrió el 14 de marzo del pasado año, cuando Hairold Ofren Victoriano (Jairo Bocio) y Rafael Antonio Paulino Peña (Rafelito) penetraron a un negocio de ventas de celulares en la avenida Duarte y tras cometer un robo, la emprendieron a tiros contra el seguridad José Paniagua, matándolo de varios balazos.
Los condenados por asesinato tendrán que cumplir la pena de 40 años de cárcel en la Penitenciaría Nacional La Victoria.
El tribunal, compuesto por los jueces Ingrid Fernández, Delio Germán y Elías Santini, dictó sentencia a unanimidad, acogiendo en su totalidad la solicitud realizada por el Ministerio Público, indicando que hay una ley especial y es para aplicarse,
Jairo Bocio y Rafelito fueron hallados culpables de los delitos de asociación de malhechores, homicidio, robo agravado y porte ilegal de arma de fuego,
La petición del Ministerio Público se basó en lo que establece la Ley No. 631-16 sobre el Control y Regulación de Armas, Municiones y Materiales Relacionados en su artículo 66 párrafo II, el cual estipula que “cualquier persona física que le quite la vida a otra para cometer robo con violencia con un arma de fuego ilegal, será castigada con una pena de treinta 30 a cuarenta 40 años de privación de libertad”.
El expediente presentado por la Fiscalía del Distrito Nacional narra que el crimen se produjo en la avenida Duarte, del sector Mejoramiento Social, cuando Hairold Ofren Victoriano y
Rafael Antonio Paulino Peña entraron a una tienda de celulares, y haciendo uso de un arma de fuego que portaban de manera ilegal, sustrajeron varios teléfonos móviles, los cuales guardaron en una mochila.
Una vez que salieron del establecimiento, los malhechores se dispusieron a abordar la motocicleta en la que se transportaban, siendo en ese momento que el vendedor de la tienda salió vociferando “me atracaron, me atracaron”, persiguió a los malhechores.