La Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) ha informado este domingo del impacto de un misil contra el cuartel general de la misión de paz de la ONU en el Líbano, actualmente comandada por España, sin que haya que lamentar víctimas.
Un portavoz de la FINUL, Andrea Tenenti, ha explicado que “el cuartel general de la Fuerza en Naqura ha sido atacado por un cohete”, según recoge el diario libanés L’Orient le Jour.
“Estamos investigando este incidente, que no ha causado heridos ni víctimas”, ha añadido Tenenti, que no ha concretado el origen del disparo.
La ministra española de Defensa, Margarita Robles, ha mantenido una conversación telefónica con el comandante de la FINUL, el general español Aroldo Lázaro, quien también ha confirmado que no hay heridos como consecuencia del impacto.
Por su parte, el primer ministro en funciones de Líbano, Nayib Mikati, también ha contactado con Lázaro “para preguntarle por las circunstancias de la caída de un misil en el cuartel de la FINUL en Naqura” y trasladarle su “solidaridad”, ha informado la presidencia del Consejo de Ministros en un comunicado, que tampoco ha aportado detalles sobre el origen del proyectil.
La zona fronteriza ha registrado este domingo un recrudecimiento de la violencia con varios ataques con misiles por parte del grupo chií Hizbulá contra varios puntos del norte de Israel, que a su vez ha respondido con artillería y bombardeos aéreos.
En esta última semana, las fuerzas israelíes y Hizbulá se han enzarzado en una serie de ataques cruzados a través de la divisoria entre ambos países, zona en la que también se han producido algunas acciones reivindicadas por facciones palestinas presentes en el territorio libanés.
La FINUL, conformada por casi 10.000 cascos azules de 49 países diferentes y actualmente comandada por España, está desplegada en la franja meridional del Líbano que va desde la frontera de facto con Israel hasta el río Litani. Unos 650 militares españoles participan en el contingente, amparado por las resoluciones 425 y 426 (1978) del Consejo de Seguridad de la ONU, renovadas luego en la resolución 1701 de 2006.
Desde el estallido de violencia fronteriza el pasado domingo, los Cascos Azules han llamado a las partes a la contención de forma reiterada y han insistido en que mantienen contacto constante con responsables a ambos lados de la divisoria para evitar “malentendidos”.
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