El Gobierno haitiano, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, insistió este viernes en la importancia del diálogo para resolver la crisis surgida con República Dominicana a raíz de la construcción por Haití de un canal de riego en el río Masacre, frontera natural entre ambos países.
Haití también expresó “su preocupación por la seguridad de los nacionales haitianos en la República Dominicana y pidió al embajador dominicano que su Gobierno tome todas las medidas para protegerlos”.
La posición de Haití se dio a conocer en un comunicado tras una reunión entre la ministra de Exteriores haitiana, Emmelie Prophete Milce, y el embajador dominicano en Puerto Príncipe, Faruk Miguel Castillo.
“Tras explorar con él (Castillo) las diversas facetas de la crisis derivada de la reanudación de las obras del canal en el río Masacre, finalmente coincidimos con el embajador Miguel Castillo en que sólo a través del diálogo podrán los dos países encontrar una solución duradera a este diferendo”, se lee en la nota oficial.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha informado a la población que, tras la aplicación de las amenazas del presidente dominicano (Luis Abinader) de cerrar las fronteras terrestres, aéreas y marítimas con la República de Haití, que llevaron a la delegación haitiana a poner fin a las negociaciones bilaterales en curso en Santo Domingo, el embajador Castillo ha sido convocado para dar explicaciones sobre esta decisión unilateral.
La canciller haitiana precisó que en la reunión dejó clara la “desaprobación del Gobierno haitiano ante estas medidas desproporcionadas, que tendrán un impacto negativo en las relaciones entre los dos países”.
Este viernes comenzó el cierre total de las fronteras con Haití como lo dispuso el presidente Abinader, quien ha calificado como una “provocación” la construcción del canal de riego.
La medida se prolongará “el tiempo que sea necesario para que esa acción, esa provocación, sea eliminada”, dijo el mandatario dominicano, en referencia al canal que, según sus propias palabras, se está ejecutando de manera informal y artesanal.
Además, se decretó la prohibición de entrada al país de nueve haitianos, entre ellos exfuncionarios, antiguos legisladores y el considerado “patrocinador” del canal objeto de polémica, Camiel Samson, y la Junta de Aviación Civil dominicana anunció la suspensión de todas las operaciones aéreas de carga y pasajeros desde y hacia Haití.
Ante estas acciones, Haití defendió su soberanía sobre la explotación de sus recursos naturales, por lo que, “al igual que la República Dominicana, con la que comparte el río Masacre, tiene pleno derecho a realizar capturas (tomas de agua) allí, de conformidad con el acuerdo (bilateral) de 1929”, texto al que las autoridades dominicana han aludido en todo momento para señalar la ilegitimidad de las obras.
Abinader dijo este viernes en Cuba, donde participó en la cumbre del G-77+China, que el nuevo conflicto fronterizo con Haití se debe a “un grupo de anarquistas que buscan desestabilizar el Gobierno” del vecino país.
“Ello refleja la falta de acción de un Gobierno central fuerte cuando grupos anárquicos toman decisiones para hacer un canal para grupos privados”, declaró el gobernante en un encuentro con medios dominicanos e internacionales en los márgenes de la cumbre.