Más de sesenta países exigieron este miércoles en Viena explicaciones a Irán sobre los avances de su controvertido programa nuclear, incluyendo detalles sobre el origen de trazas radiactivas encontradas en dos instalaciones declaradas como no nucleares por la República Islámica.
En una declaración conjunta, lanzada por Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido durante una reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA, la agencia nuclear de la ONU, los 63 Estados subrayan la “necesidad urgente” de que Irán “esclarezca y aclare de forma satisfactoria” todos los asuntos pendiente en la investigación.
Irán debe proporcionar “respuestas técnicamente creíbles” a los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), tal y como exige su acuerdo de salvaguardias, “para responder a las preguntas legítimas de la agencia”, señala el documento.
Entre los países que se adhirieron a la declaración, están todos los países de la Unión Europea, las principales potencias occidentales, otras regionales como Arabia Saudí, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos, pero también algunos países latinoamericanos como Chile, Colombia, Costa Rica y Ecuador.
La declaración hace un llamamiento a Irán a que actúe de inmediato para cumplir con sus obligaciones legales en relación con material nuclear detectado en lugares no declarados como atómicos en Irán.
Además, exige que Teherán esclarezca la discrepancia en la cantidad de material nuclear verificada por el organismo en una importante planta de enriquecimiento de uranio en comparación con la cantidad declarada por Irán.
A diferencia de anteriores reuniones de la Junta de Gobernadores, el órgano ejecutivo de la agencia nuclear, las potencias occidentales no presentaron esta vez una resolución sino solo esta inusual declaración conjunta, con el apoyo de decenas de países.
Fuentes diplomáticas explicaron antes de la Junta a EFE que ante la inacción de Irán tras las últimas resoluciones, las potencias occidentales quisieron “enviar un mensaje diferente” a Irán y a sus aliados, como China y Rusia.
Irán viene aumentado desde hace meses su producción de uranio enriquecido, con niveles cercanos al necesario para la construcción de bombas atómicas.
La declaración de hoy se produce en un momento delicado entre EEUU e Irán, que desde 1979 no mantienen relaciones diplomáticas, ya que ambos están en la recta final para un acuerdo que prevé la liberación de presos en sus respectivos países.
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