Tokio, EFE.- Un poderoso tifón causó hoy la suspensión de todas las conexiones aéreas de Okinawa, en el sudoeste de Japón, dejó sin luz a cerca de 220.000 hogares, un tercio del total, y provocó al menos una muerte y 35 heridos en su aproximación a la región.
El tifón Khanun, sexto de la temporada en el Pacífico y catalogado de intensidad “muy fuerte” por la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), se encontraba a las 17:45 hora local (8:45 GMT) a unos 40 kilómetros al sudoeste de la isla Kumejima, en el archipiélago de Okinawa, que experimentaba su embate desde la noche previa.
La tormenta de viento se desplazaba a 15 kilómetros por hora en dirección oeste-noroeste, con previsión de que varíe su rumbo en los próximos días y se dirija al este, hacia el grueso de Japón.
El archipiélago de Okinawa se mantenía hoy en alerta meteorológica por el riesgo de inundaciones, desprendimientos de tierra y otros accidentes derivados de las condiciones climáticas extremas, que incluyen vientos de hasta 234 km/h, olas de entre 10 y 12 metros y precipitaciones superiores a los 50 milímetros por hora.
En Kumejima las autoridades locales se mostraban preocupadas por la prolongación del fenómeno y los centros de evacuación designados estaban más llenos que en otras ocasiones, complicando la gestión en medio de los cortes energéticos y las sofocantes condiciones climáticas del agosto japonés, indicaron a la cadena pública NHK.
En la víspera se emitieron órdenes y recomendaciones de evacuación para centenares de miles de personas en la prefectura de Okinawa, instrucciones que se mantenían vigentes este miércoles para algunas localidades y que se anunciaron para otras zonas de Kagoshima, al sudoeste de Japón, hacia donde se espera que vire la tormenta.
La policía local informó del fallecimiento de un hombre de unos 90 años en la localidad de Ogimi, aplastado al derrumbarse un garaje debido a los fuertes vientos, además de al menos otros 35 heridos en diversos accidentes relacionados con el tifón, según el balance más actualizado publicado por NHK.
La operadora energética Okinawa Electric Power señaló por su parte que en torno a 220.000 hogares de la prefectura han sufrido interrupciones del suministro, es decir, un 34 % del total de domicilios de la prefectura, y se mostraba pesimista con las labores de restauración de los servicios debido al temporal.
En la víspera el tifón ya causó la cancelación de todos los vuelos con destino o procedentes de Naha, la capital de Okinawa, unas alteraciones que se mantuvieron este miércoles.
Todas las conexiones aéreas desde Naha y desde Miyako, Shin-Ishigaki y Shimojishima, los otros principales aeropuertos de Okinawa, fueron canceladas hoy, afectando unos 400 vuelos domésticos que estaban programados para este miércoles y a unos 65.000 pasajeros.
Las previsiones meteorológicas apuntan a que el tifón continuará dejando fuertes lluvias a lo largo de este miércoles y del jueves en Okinawa, y señalan que el Khanun ralentizará su velocidad conforme se desplace por el mar de China Oriental por el norte de Taiwán, antes de girar hacia el este y dirigirse a Kyushu, en el sur nipón.
Japón no es el único país que se ha visto a obligado a declarar la alerta por Khanun. A comienzos de semana las autoridades de Filipinas, al sudoeste de Okinawa, emitieron advertencias ante potenciales inundaciones y desprendimientos de tierra por su influencia, mientras el país se recuperaba aún del paso del tifón Doksuri, que ha dejado al menos 25 muertos en el territorio.