En Florida (EE.UU.) se registra uno de los años más calurosos de su historia. Las aguas costeras del estado han alcanzado temperaturas alarmantes, de entre tres y cinco grados por encima de lo normal, creando condiciones que podrían acabar reforzando la ocurrencia de huracanes.
El verano boreal ha llegado allí con una intensa cúpula de calor que ha hecho que las aguas costeras sean extremadamente calurosas, con temperaturas “francamente impactantes” de entre 33 y 35 grados en los cayos de Florida, según indicó el meteorólogo y periodista Bob Henson en su cuenta de Twitter.
“Es una ola de calor asombrosa y prolongada, incluso para un lugar que no es ajeno al clima bochornoso”, declaró a The Washington Post Brian McNoldy, investigador asociado de la Escuela de Ciencias Marinas, Atmosféricas y de la Tierra de la Universidad de Miami.
Problema serio para los ecosistemas marinos
Las aguas oceánicas han absorbido gran parte de ese calor, haciendo que las temperaturas del mar se disparen hasta alcanzar máximos históricos. Y eso podría suponer un problema para los ecosistemas marinos, como los arrecifes de coral, además de reforzar las tormentas y los huracanes.
“No es algo que nos guste ver cerca de la costa, puesto que simplemente permitiría a una tormenta mantener una intensidad alta hasta llegar a tierra o intensificarse rápidamente a medida que se acerca ese momento”, comentó McNoldy.
Según Jeff Berardelli, meteorólogo jefe y especialista en clima de la cadena de televisión WFLA-TV de Tampa, las temperaturas de este año están “hirviendo”. Esto afecta directamente al blanqueamiento de los corales, que son “extremadamente sensibles a ligeros cambios (de sólo unos pocos grados) en la temperatura del agua”, explicó en Twitter.
“Tienen un rango térmico estrecho. Lo alarmante es que queda menos de 5% de la cubierta de coral de los cayos”, agregó.
Por su parte, la sección de Vigilancia de Arrecifes de Coral de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU. ha establecido una zona de “Nivel de Alerta 1” frente a las costas de Florida, la segunda advertencia más alta de la escala, con “probabilidad de blanqueamiento significativo” de los corales.