ByteDance, la empresa China dueña de TikTok, dijo este lunes que luchará contra las acusaciones de que despidió a un ejecutivo por alertar sobre lo que llamó una “cultura de la anarquía”.
Yintao Yu demandó a ByteDance en una corte de San Francisco, en un momento en que la presión política crece en Estados Unidos para prohibir TikTok.
Los críticos aseguran que la popular plataforma permite a Pekín recolectar datos de usuarios e influenciar sus opiniones, lo que la empresa niega.
“Planeamos oponernos enérgicamente a lo que consideramos como afirmaciones y alegatos infundados en esta demanda”, dijo un vocero de ByteDance en un correo electrónico a la AFP.
En su demanda, interpuesta este mes, Yu afirma que descubrió poco después de ser contratado en 2017 que ByteDance “robaba” videos publicados por redes rivales como Instagram o Snapchat, que presentaba como propios.
Yu, contratado como jefe de ingeniería para Estados Unidos, declara que notificó el problema a sus jefes, pero que “la violación de la propiedad intelectual continuó”.
Fue despedido en noviembre de 2018.
ByteDance dijo que Yu fue empleado por ByteDance Inc. durante menos de un año y que en ese lapso “trabajó en una app llamada Filipagram, que fue descontinuada hace años por motivos comerciales”.
“ByteDance está comprometido con el respeto de la propiedad intelectual de otras empresas, y adquirimos datos en acuerdo con las prácticas de la industria y nuestra política global”, agregó la compañía.
Yu enmendó el viernes su demanda original, interpuesta el 1 de mayo, y acusó a ByteDance de servir como “una herramienta de propaganda útil para el Partido Comunista Chino”.
La cuestión del acceso a los datos personales de los usuarios estadounidenses ha suscitado una creciente preocupación entre las autoridades de ese país. En respuesta, la empresa afirma que sólo almacena esos datos en servidores estadounidenses.