El primer vuelo comercial de Rusia a Georgia se hará el miércoles tras una pausa de casi cuatro años, después de que la Agencia de Aviación Civil del país caucásico diera este lunes su permiso a la aerolínea rusa Azimut.
El director de la Agencia de Aviación Civil, Givi Davitashvili, afirmó en la televisión Imedi que cinco aerolíneas presentaron solicitudes para efectuar vuelos directos entre Rusia y Georgia, incluida una georgiana, después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, firmara la semana pasada un decreto al respecto.
El jefe del Kremlin permitió a los ciudadanos georgianos visitar a Rusia sin necesidad de visados a partir de este lunes y restablecer los vuelos de las aerolíneas rusas a Georgia que estaban prohibidos desde mediados de 2019.
Entonces las tensiones entre ambos países se agravaron tras las masivas protestas en la nación caucásica por la visita de un grupo de parlamentarios rusos.
«Hemos analizado la experiencia de todos los países que tienen enlaces aéreos directos con Rusia y hemos tomado la decisión más estricta, lo que implica que ni una sola empresa de la ‘lista negra’ europea, ni un solo avión al que se le haya retirado el apoyo del fabricante, pueda operar vuelos a Georgia», dijo Davitashvili.
Tras el proceso de verificación, la Agencia de Aviación Civil de Georgia decidió permitir a la aerolínea rusa Azimut la operación de siete vuelos a la semana a partir del miércoles, explicó.
El ministro georgiano de Economía y Desarrollo Sostenible, Levan Davitashvili, sostuvo hoy que el sector turístico de Georgia recibirá entre 300 y 400 millones de dólares al año tras restaurarse el tráfico aéreo con Rusia.
La decisión de Putin ha sido muy criticada por la presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, pero fue defendida por el Gobierno.
«El restablecimiento de la comunicación aérea directa y la eliminación de visados son inaceptables para Georgia mientras Rusia continúe la agresión contra Ucrania y continúe la ocupación de nuestro territorios» en Osetia del Sur y Abjasia, tuiteó.
La reanudación de los vuelos tampoco ha gustado a Estados Unidos y a la Unión Europea. Bruselas pidió la semana pasada a Georgia, país que aspira a integrarse en la Unión, que se alinee con las sanciones contra Rusia, también en lo que se refiere al sector de la aviación.
EEUU señaló que «toda la sociedad occidental se ha distanciado del régimen» ruso y ahora «no es el momento» intensificar la interacción con Moscú, y recordó que «a veces Putin utiliza la estancia de ciudadanos de Rusia en otros países para interferir en los asuntos de esos Estados».
El primer ministro de Georgia, Irakli Garibashvili, defendió no obstante la reanudación de los vuelos directos con Rusia con la promesa de que su país no violará las sanciones impuestas a Moscú por la guerra en Ucrania.
Decenas de georgianos protestaron el miércoles pasado frente al Ministerio de Exteriores contra la intención de reanudar los vuelos con «el país ocupante».
En las redes sociales georgianas circulan actualmente nuevos llamamientos a los ciudadanos a acudir esta noche al centro de Tiflis para protestar, iniciativa que cuenta con el apoyo de parte de la oposición.
EFE