Una liga “maldita”. Un sueño sobre el fútbol americano desde niño. Una estrella de Hollywood y de los negocios en busca de nuevas aventuras. Así es la incursión de Dwayne “The Rock” Johnson en la XFL, el último intento de extender los “touchdown” y los “tackle” más allá de la NFL y la NCAA.
El Alamodome de San Antonio acogerá este sábado la final de la XFL entre los Arlington Renegades y los D.C. Defenders.
Al margen del equipo que conquiste el título, pocos estarán ese días más contentos que Dwayne Johnson, el gran promotor de esta nueva liga que aspira a que la primavera, unos meses en los que en Estados Unidos reinan los playoff de la NBA, el March Madness o el arranque de la MLB, también sea sinónimo de fútbol americano.
“Esto no es de hacer un año y se acabó”, dijo Johnson en marzo al periódico USA Today.
“Esto no es de: ‘Vamos a expandir nuestro porfolio, ganemos un poco dinero y salgamos de aquí’. Este verdaderamente es un proyecto de pasión que se remonta a cuando éramos unos jóvenes saliendo de la Universidad de Miami”, dijo.
El exluchador de la WWE y protagonista de películas como “San Andreas” (2015) o “Jumanji (2017)” compró la XFL en 2020 y por $15 millones junto a su exesposa Dany García y un grupo de inversión.
Como caso de estudio empresarial, el ejemplo de Johnson y García es de lo más singular: se casaron en 1997 y se divorciaron en 2008, pero son socios inseparables -por ejemplo como productores de cine- desde hace años y en numerosos negocios.
Pero los orígenes de la XFL, atados a una serie de fracasos e infortunios, tienen que ver con otro referente de la lucha libre: Vince McMahon
La maldición de McMahon
Al frente de los despachos de la WWE, McMahon, que acaba de sellar un acuerdo con la UFC para formar un gigante de la lucha, intentó en 2001 llenar el extraño vacío que deja el fútbol americano una vez que se ha terminado la Super Bowl (la USFL es otro ejemplo de liga primaveral).
McMahon se alió con la cadena NBC para crear la XFL, una liga con algunas reglas diferentes a la NFL y que proclamó como primer campeón a Los Angeles Xtreme.
No hubo sucesor a su corona: las cuentas no cuadraron, la XFL de 2001 perdió mucho dinero y NBC abandonó el barco dejando sin continuidad este proyecto.
McMahon no se dio por vencido y, casi dos décadas después, recuperó la XFL.
Lamentablemente, la mala suerte se volvió a cruzar en su camino ya que para su relanzamiento escogió el infausto 2020, por lo que, tras cinco jornadas disputadas, la liga tuvo que suspenderse en marzo por la pandemia.
Aún peor, el coronavirus provocó en abril la bancarrota de la XFL, aunque en su favor cabe destacar que la liga se comprometió a pagar el salario completo de la temporada a todos sus jugadores.
… y la oportunidad para Johnson
En agosto de 2020, Johnson apareció para comprar la XFL junto a García por $15 millones, prácticamente una ganga para uno de los nombres más poderosos de Hollywood y del mundo del espectáculo.
Como muestra, la revista Forbes situó en 2022 a Johnson como el cuarto “entertainer” mejor pagado del mundo con $270 millones.
“The Rock” no es solo uno de los actores y productores más cotizados ya que también tiene negocios como el tequila Teremana o acuerdos de colaboración con marcas como Under Armor.
Además, la XFL encajaba en la visión de Johnson no solo como una gran oportunidad de negocio sino también como una ocasión de cumplir lo que no pudo hacer en el campo, puesto que jugó a fútbol americano en la universidad y en la CFL (Canadian Football League) sin poder consolidar ahí su carrera.
La primera temporada de esta nueva XFL se ha disputado este año con ocho equipos, diez jornadas y un playoff abreviado de semifinales y final.
Johnson y García se asociaron asimismo con el gigante Disney para la emisión de todos los partidos a través de las cadenas FX, ESPN y ABC (ésta última emitirá la final este sábado en “prime time”).
Pero ante todo, la nueva XFL aspira, de una vez, a tener una trayectoria estable y longeva.
“Entramos en esta temporada de la XFL determinados y comprometidos a jugar a largo plazo”, dijo Johnson esta semana a ESPN.
“Así que cuando llegaron los números, eran lo que esperábamos. No esperábamos reventar con números increíbles. Quieres ver crecimiento constante, quieres ver ‘feedback’ de los fans y del público, quieres ver cómo se ve en televisión”, enumeró.
ESPN puso cifras al reestreno de la XFL, que tuvo 14,398 espectadores de media por partido en los estadios (un 23% menos que en la temporada de 2020) y donde destacaron los St. Louis BattleHawks con 35,104 fans de promedio por encuentro.
En cambio, los Vegas Vipers y los Orlando Guardians no llegaron a los 9.000 aficionados en el estadio de promedio.
Johnson y García, no obstante, calificaron de éxito la primera temporada, admitieron que tienen trabajo por delante para mejorar la asistencia a los estadios y reconocieron que la primavera siempre ha sido un momento complicado para el fútbol americano.
“Las cifras siempre importan. Cada cifra. Pero estuvieron exactamente donde sentimos que tendrían sentido”, dijo García.
En cualquier caso, uno de los horizontes lógicos de la XFL es una alianza con la NFL, algo que parece haberse tratado con varias líneas de colaboración y con el hecho de que, según ESPN, más de 50 jugadores de la XFL han sido invitados a las pruebas de la NFL para la siguiente temporada.