Al menos 45 personas han muerto, entre ellos varios niños, al naufragar un barco con cerca de 200 migrantes a bordo cerca de la costa de la región italiana de Calabria, en el sur del país, según han informado este domingo fuentes de Guardacostas al diario ‘La Repubblica’.
El barco iba completamente sobrecargado, según estas fuentes, y acabó naufragando en las aguas de Steccato di Cutro, en el municipio de Crotona. El barco, ha explicado la Guardia Financiera italiana, implicada en las tareas de identificación y salvamento en las costas del país, partió hace cuatro días del puerto turco de Esmirna, y fue avistado ayer por la noche por un avión de la agencia europea Frontex.
De acuerdo con las autoridades italianas, el avión de Frontex dio aviso a la sección operativa de Crotona, pero las pésimas condiciones del mar obligaron al equipo a dar media vuelta.
Aproximadamente 50 personas han sido rescatadas a estas alturas y 22 de ellas se encuentran hospitalizadas, la mitad menores, y una en estado muy grave, mientras que probablemente más de un centenar siguen desaparecidas en lo que podría tratarse de una de las peores tragedias de la historia reciente de la crisis migratoria.
“Esto es una tragedia enorme y temo que los muertos sean muchos más”, ha declarado el alcalde de Crotona ciudad, Vincenzo Voce.
Entre las decenas de cuerpos sin vida arrastrados a la playa se encuentra el de un recién nacido, según informan por otro lado las fuentes del diario ‘La Stampa’.
Los servicios de salvamento siguen trabajando en la búsqueda de supervivientes mientras las primeras investigaciones apuntan que los migrantes procedían, en principio, de Irán, Pakistán y Afganistán; y que el naufragio se debió sobre todo a las pésimas condiciones del mar, que acabaron partiendo el barco en dos contra las rocas de la costa.
Los servicios de rescate italianos estiman que a bordo de la embarcación se encontraban unos 180 migrantes en el momento del naufragio, pero algunos de los supervivientes elevan el número a 250 ocupantes, según recoge por su parte el diario ‘Il Messaggero’. Extraoficialmente, las fuentes del medio italiano temen que la cifra final de muertos rebase el centenar.
La ONG Médicos sin Fronteras ha manifestado su consternación ante el calibre del naufragio. “Nos resulta humanamente inaceptable e incomprensible que siempre acabemos presenciando tragedias que podrían haber sido evitadas. Es un puñetazo en el estómago”, lamenta su jefe de misión, Sergio Di Dato.
MSF ha trasladado a las autoridades calabresas su total disponibilidad para proporcionar atención psicológica a los superviventes, ha anunciado su sección italiana en su cuenta de Twitter.
MELONI CONDENA A LOS TRAFICANTES DE PERSONAS
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, quien ha prometido endurecer las leyes contra la migración ilegal, ha expresado sus condolencias por “las muchas vidas humanas que han acabado segadas por el tráfico de personas”.
La primera ministra ha recordado que su gobierno, liderado por su partido de ultraderecha Hermanos de Italia, “está comprometido para evitar esta clase de tragedias, al exigir por encima de todo la colaboración total de los países de partida”.
“Resulta criminal que un barco con 200 personas a bordo acabe navegando en condiciones tan adversas y resulta inhumano canjear las vidas de hombres, mujeres y niños a cambio de un ‘billete’ bajo la falsa expectativa de un viaje seguro”, ha añadido.
El presidente de Italia, Sergio Matarella, también ha expresado su “dolor” por el naufragio. “Muchos de estos migrantes procedían de Afganistán y de Irán, huyendo de condiciones muy duras”, ha declarado el mandatario antes de lamentar una vez más “una tragedia más en el Mediterráneo que no puede dejar indiferente a nadie”.
“Es fundamental que la Unión Europea asuma finalmente la responsabilidad concreta de gobernar el fenómeno migratorio para alejarlo de los traficantes de seres humanos, y se comprometa directamente en las políticas migratorias, en el apoyo a la cooperación para el desarrollo de los países de la que los jóvenes se ven obligados a alejarse por falta de perspectivas”, ha concluido.
EP