Twitter se enfrenta a una serie de demandas que ponen de manifiesto que la red social conserva deudas millonarias con propietarios, consultores y vendedores. Existen casi una decena de demandas contra la empresa por facturas aún sin saldar que superan los 14 millones de dólares, sin calcular los intereses, asegura un informe de The Wall Street Journal (WSJ).
Entre las alegaciones por cuentas vencidas aparece un recibo por pagar de casi 7.000 dólares por una “caja de regalo para Elon [Musk]”, con una botella de whisky japonés, una chaqueta y unos calcetines de 250 dólares, detalló el diario. El pedido fue ordenado por el departamento de ‘marketing’ de Twitter en octubre pasado, en los días previos al cierre del acuerdo de compra de la compañía por parte del magnate. Se desconoce si los regalos eran para el actual director ejecutivo o si finalmente los recibió.
Canary LLC, una empresa de ‘marketing’ especializada en la comercialización de artículos decorativos con logotipos, famosa entre las tecnológicas de Silicon Valley, interpuso una demanda el mes pasado por una cuenta atrasada de casi 400.000 dólares por productos promocionales de Twitter.
Tres de las demandas provienen de propietarios de espacios de oficinas, entre los que se incluye la sede de Twitter en San Francisco, que acusan a la empresa de deber unos 6,8 millones de dólares en pagos de alquiler por diciembre y enero. Otras de las supuestas facturas impagadas se relacionan con el trabajo realizado por la empresa para cerrar el acuerdo de adquisición con el propio Musk.
Son al menos nueve juicios al respecto los que enfrenta Twitter. Sin embargo, y según detalla WSJ, uno de los demandantes solicitó la desestimación del caso y este fue cerrado el pasado 17 de febrero.
Luego de que Musk asumiera como máximo responsable de la compañía, el magnate heredó las deudas de la empresa e inicialmente se quejó de que la plataforma de microblogueo estaba perdiendo más de cuatro millones de dólares al día. En este contexto, el empresario implementó casi de inmediato una política de austeridad que trajo consigo cambios importantes, como un drástico y masivo recorte de personal y su negativa a informar públicamente sobre los detalles financieros, entre otros.
Como director general de la automotriz Tesla, Musk ha rozado varias veces la ruina financiera y con esta experiencia aspira salir victorioso de este nuevo desafío económico que enfrenta con Twitter, una empresa con un historial de pérdidas y caídas de ingresos, y obligada a reducir sus costos en medio de una retirada de anunciantes y gastos de deuda relacionados con los acuerdos.