Santo Domingo.- La empresa Streamline Integrated Energy (SIE) ha planteado al Gobierno resolver el grave problema ambiental de la basura de San Pedro de Macorís y otros municipios vía el desarrollo de un proyecto de aprovechamiento de residuos sólidos mediante la instalación de una planta de procesamiento que utilizará la basura municipal para producir energía eléctrica, estando ya a un paso de iniciar la construcción de la novedosa planta generadora de energía amigable con el medioambiente.
El proyecto, que tiene como objetivo principal mitigar uno de los más grandes problemas que tienen todos los municipios del país, sería la primera infraestructura de esta especie en la República Dominicana, con una tecnología avanzada, siendo la más sofisticada de la región.
La empresa administrará un proyecto de gestión responsable de desechos, utilizando modernas tecnologías, probadas a nivel internacional, y un esquema de servicios públicos que resolvería el problema de contaminación ambiental del suelo, del subsuelo, de las aguas subterráneas y de las aguas costeras que se genera por los lixiviados que se producen cuando las lluvias entran en contacto con la basura tirada a cielo abierto.
“Desde hace alrededor de siete años venimos promoviendo este proyecto que es ambientalmente sostenible y sería un apoyo para que la República Dominicana continúe diversificando su matriz de generación eléctrica y se posicione como pionera en la región en implementar infraestructuras de clase mundial como solución al grave problema de la disposición final de la basura”, afirmó el ingeniero Mitchell Van Heyningen, arubiano y descendente de San Pedro de Macorís, fundador de SIE.
El empresario confirmó que está trabajando de la mano con las actuales autoridades para finalmente implementar este primer proyecto para el correcto manejo de los residuos sólidos urbanos en San Pedro y en otros municipios del país.
Capacidad de procesamiento y generación
La planta tendrá una capacidad para procesar unas 350 toneladas diarias de residuos sólidos y cuenta con una capacidad instalada de producción de energía de hasta 55 megavatios, y busca ayudar a satisfacer las necesidades energéticas del país.
La tecnología de la planta propuesta para el país fue diseñada por SENER Ingeniería y Sistemas S.A. basada en la planta de Basura @ Energía Zabalgarbi en Bilbao, España, la que está en operación comercial desde el 2005. Además, los servicios de Operación y Mantenimiento (O&M), al igual que la caldera a utilizarse en la planta, serán proporcionados por la empresa internacional Babcock & Wilcox establecido en el año 1867.
Es decir, que la República se estará beneficiando del apoyo de empresas internacionalmente reconocidas y líderes en el mercado para este tipo de tecnología.
Además, el proyecto incluye la construcción y puesta en operación de un relleno sanitario impermeabilizado para la disposición final de las escasas cenizas minerales generadas durante el proceso de combustión de la basura, las cuales representarían no más de 5% del volumen total de basura que entra a la planta.
Esto significa, que la planta es capaz de aprovechar hasta el 95% del contenido energético y material de la basura, la mayoría mediante el proceso de valorización energética para la conversión en energía, y el resto entrará en un proceso de reciclaje, incluyendo las chatarras férricas y los vidrios.
SIE, junto a sus socios estratégicos, entiende que, con esta propuesta, no solo atraerá inversiones extranjeras a esta zona turística, sino que también impactará de forma positiva el medio ambiente construyendo un mecanismo que aportará a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y evitará que toxinas se escapen al subsuelo y a la atmósfera a través de los incendios, y será una fuente de empleos para una de las provincias donde menos oportunidades de desarrollo y crecimiento tienen sus comunitarios.
Desde el predesarrollo del proyecto hasta su fase de operación, la empresa será una alternativa económicamente viable a los vertederos de basura a cielo abierto en el Caribe y América Latina, los cuales, en el caso de República Dominicana, ya suman 350 vertederos que afectan el medio ambiente y la salud pública.