De acuerdo con un informe confidencial remitido a Ndigital existen incoherencias entre el relato de Tammy Lawrence-Daley, la mujer que denunció ser agredida en un hotel de Punta Cana, el de su esposo, Christopher Daley y las circunstancias.
Luego de haber sido encontrada bajo las condiciones que ella misma explica en su cuenta de Facebook, fue llevada a una clínica, donde agentes de la Policía interrogaron a la pareja frente a un personal de la fiscalía y de la embajada estadounidense en el país.
El referido informe explica que las autoridades solicitaron a los esposos quedarse dos días más en Punta Cana, ofertándole una estadía en otro establecimiento hotelero, pero estos optaron por prolongar su hospedaje en el Majestic Resorts, decisión que resulta un poco extraña, ya que es el mismo lugar en que la señora fue maltratada “por un empleado”.
Según el documento al que tuvo acceso este portal todavía una semana antes de la denuncia pública la compañía de seguros estaba recibiendo llamadas, tanto del esposo como de un abogado de Lawrence, pidiendo 2.2 millones de dólares por los daños sufridos.
La señora no fue despojada de sus pertenencias; apareció con su celular, monedero y el dinero que llevaba consigo. Tampoco fue violada; su ropa estaba intacta, ella aseguró que tan pronto recuperó el conocimiento rompió su brasier “de la impotencia”.
La norteamericana relató que fue arrastrada varios metros hasta el cuarto de máquinas donde fue encontrada, sin embargo, solo muestra lesiones en la cara; apareció con todas sus pertenencias, que debieron haberse caído debido con los movimientos.
Apareció en un área de difícil acceso, en un sótano, que para llegar se debe pasar por otras habitaciones y restaurantes.
Según detalla el informe, el hotel, que cuenta con 1,710 habitaciones, en ese momento tenían un alto porcentaje de ocupación, y a esa hora muchas personas todavía se encontraban despiertas y en los alrededores, y ningún turista afirmó haber escuchado señales de violencia. “De hecho ella estaba en un área donde las habitaciones tienen asignadas un mayordomo para asistir a los huéspedes con atención personalizada”.
Tammy Lawrence cuenta que alrededor de las 11 pm llamó al servicio a la habitación, el cual ya no estaba disponible, por lo que salió a buscar algo de comer. Sin embargo, no se encontraron registros de llamada a “room service”, desde ese cuarto.
“Majestic Elegance no se responsabiliza por el ataque ya que no pude identificar al atacante (a pesar de que llevaba un uniforme con el logotipo del resort y me golpeó directamente en frente de la sala de mantenimiento sin abrir y me arrastró escaleras abajo hasta el sótano para que nadie pudiera oírme ni encontrarme)”, escribió la víctima en su Facebook.
En ese sentido, el hotel informó el día ayer que se hizo responsable de los gastos en el centro médico.
Las autoridades que han participado en la investigación consideran que la historia, tal como la contó la sra. Lawrence-Daley mientras estaba en el hospital, en el hotel y durante las conversaciones con la policía local incluye muchas contradicciones y datos confusos, que hace pensar que se podría tratar de caso de violencia intrafamiliar, que se busca encubrir culpando a un empleado del hotel.
