El 31 de mayo de cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) celebran el Día Mundial sin Tabaco con el objetivo de: “concienciar a la población mundial sobre los efectos nocivos del consumo de tabaco, y promover la implementación de políticas públicas eficaces para disminuir su consumo”.
El punto de partida de esta conmemoración es el año 1987 con la campaña mundial que inició la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para reducir el consumo de tabaco que, conforme a las estadísticas de la OMS, mata más de 8 millones de personas en el mundo cada año.
Sobre el tabaco, cuyo nombre científico es Nicotiana tabacum, la planta es originaria del altiplano andino, específicamente entre Perú y Ecuador. Desde ese punto se expandió al resto del continente, a la zona del Caribe y al mundo. Sobre su consumo, los investigadores lo sitúan entre 2500 y 3000 años antes de Cristo. Cabe señalar que las primeras referencias escritas del consumo de tabaco en el mundo son de la autoría de Gonzalo Fernández de Oviedo en su Historia General y Natural de las Indias (1535).
