En vista de los asesinatos desvelados recientemente en los que Francisco Javier García Quezada y Juan Feliz Ubriz, Alias Caputo, confesaron la forma en que asesinaron a sus víctimas y ocultaron sus cuerpos, en hechos separados, especialistas de la conducta coinciden en que ambos tienen rasgos de un psicópata.
El expresidente del Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi), Jairo Mercedes, entiende que Ubriz, homicida de la menor Snaidelin Dadu, alias Yeilin, en Elías Piña, muestra rasgos inclinados a la psicopatía.
“Es necesario realizar una serie de pruebas para determinar un diagnóstico exacto en torno a su personalidad. Sin embargo, nuestra experiencia en el ámbito profesional nos dice que sus características son muy semejantes a las que exhibe un psicópata”, asegura Mercedes, quien además es psicólogo penitenciario.
Señala uno de los indicadores de la gente con esta patología es la frialdad de los hechos que cometen, su nivel de planificación y falta de emociones para reaccionar ante hechos que conmocionan.
Pese a no tener otros antecedentes que le permitan aproximarse al perfil de Francisco Javier, confeso homicida de Julio Cuevas, expresa que la frialdad con la que ejecutó el crimen y sus acciones tras el hecho, llaman la atención, pues también son asociables a las de alguien con la condición ya mencionanda.
Para la Psicóloga Clínica y Especialista en Psicología Forense, Isaidy Cordero, las características de Feliz Ubriz se inclinan a las de un psicópata, debido a su falta de empatía y de remordimiento.
“La forma en que lo hizo, el haber ocultado su cuerpo. El aprovecharse de la confianza de los familiares de la víctima y su capacidad para reincidir son parte del comportamiento de un psicópata consagrado”, señaló.
Sostiene que otro elemento para acercar a Caputo a este perfil fue su capacidad de planificar un homicidio aún conociendo las posibles consecuencias.
“Los psicópatas estudian muy bien a sus víctimas, son meticulosos, planifican con frialdad sus próximos ataques, y muchas veces se valen de gratificaciones para atraer a sus quienes quieren atacar”, dijo la especialista al mencionar que el homicida de este caso sedujo a la menor ofreciéndole un IPhone con la condición de que esta fuese a su casa a buscarlo.
La forma en que fue hallado el cuerpo de Jesús Cuevas pone de manifiesto la falta de empatía, de remordimiento y la frialdad con que actuó su verdugo, García Quezada, señala Cordero.
“Tener dos semanas con el cuerpo descuartizado de alguien, en tu propia casa, comer en ese lugar y estar ahí con tu hijo y actuar como si nada estuviera pasando, a sabiendas de que hay amigos y familiares buscándolo, es algo que solo puede hacer alguien con rasgos psicopáticos”, señaló.
Agrega que le llamó la atención la forma en que este eligió asesinar y deshacerse del cuerpo de su víctima, con acciones similares al del protagonista de la miniserie Dahmer, en la que su protagonista asesinaba a sus víctimas y las descuartizaba.