El presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez, advirtió que lo que ocurre en Haití no solo es una amenaza, sino también que puede poner en juego la estabilidad y la seguridad del país porque hay un ingreso masivo de haitianos a República Dominicana.
En tal sentido, sugirió reproducir el proyecto de la Base Aérea de San Isidro en la frontera, para que haya una mayor protección militar en la frontera.
En ese sentido, entiende que es necesario que se establezcan ciudades militares en la frontera, para su mayor protección, y se aplique efectivamente la Ley General de Migración.
“Esto dejó de ser un problema de simple inmigración y se ha convertido en un problema de seguridad nacional”, enfatizó.
Gómez sostuvo que el país lo que busca es proteger su integridad y soberanía terrestre.
Apeló a la comunidad internacional para que acompañe a Haití en su proceso de pacificación y resaltó la posición del gobierno del presidente Luis Abinader de no tomar parte de las acciones que tomen en tal sentido.
“En verdad, las grandes potencias, como Estados Unidos, Francia y Canadá ya han debido dar respuesta, se ha esperado mucho y se ha jugado al tiempo, lo que pasa es que la República Dominicana está hablando y está diciendo con claridad meridiana que no va a aceptar bajo ninguna circunstancia solución al problema de Haití en la República Dominicana”, dijo al ser entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa Esferas de Poder.
Gómez Ramírez sostuvo que la Ley General de Migración no se está aplicando efectivamente porque hay gran cantidad de indocumentados por donde quiera en el país.
“Hay un descontrol, la misma autoridad migratoria ha expresado que no puede entrar, por ejemplo, al Friusa, lo han dicho y como ese lugar que está ubicado en la zona Este del país, en Bávaro, asimismo hay puntos del territorio nacional que están en otras regiones donde hay poblaciones con una mayoría de ciudadanos haitianos”, expuso.
“Ahora por lo menos la ONU, la OEA y algunas de las grandes potencias reaccionan, todavía no hay nada concreto pero la población haitiana entiende que Haití debe vivir en mejores condiciones”, agregó.
Planteó que la posición del presidente Luis Abinader es correcta, porque República Dominicana no puede permitir bajo ninguna circunstancia asentamientos de refugiados.
El juez emérito del Tribunal Constitucional manifestó que la vecina nación tiene la esperanza de que, a partir de un esfuerzo de la comunidad internacional, incorporando a Haití como agente de su propio desarrollo, lo acompañarán para que supere esa situación difícil, que no solo se trata de inseguridad y el clima de preocupación sembrado por bandas armadas, sino también la quiebra institucional del país.
El reputado jurista lamentó la ausencia de una autoridad que pueda ejercer con todas sus consecuencias para establecer la paz y el orden.
El defensor de la soberanía afirmó que el acompañamiento debe darse en Haití, con el concurso de fuerzas armadas para poder desarmar a grupos civiles.
Gómez Ramírez advirtió que las bandas han asumido un poder de hecho sobre Haití y se sienten tan enseñoreadas que son capaces de pedir amnistía como condición.
“Realmente que ni lo que queda con algún tipo de autoridad en Haití y estamos seguro que la comunidad internacional tampoco lo va a aceptar porque nadie negocia con gente que está tan identificada en las acciones delictivas comunes”, significó.
“Lamentamos que las cosas hayan llegado a este nivel, la demanda de que la comunidad internacional reaccionara y acompañara en este proceso al pueblo haitiano se hizo sentir hace mucho tiempo, pero no ha sido correspondida en los términos en que se ha esperado”, adujo.