Por Massiel del Rosario.- A propósito de la situación que viven Gregory Alexander Méndez y el colombiano Carlos Yepes Ospina atrapados por un derrumbe de tierra mientras excavaban en la mina Cerro de Maimón, en la provincia Monseñor Nouel, el programa Nuria Investigación logró una entrevista con dos de los 33 mineros atrapados en una yacimiento en Chile hace justamente doce años.
Los sobrevivientes del histórico acontecimiento narraron algunas de las secuelas que les ocasionó la situación, así como los miedos y los momentos más difíciles que vivieron durante el hecho.
Al contar su experiencia, Don Luís Urzúa, manifestó que cuando se producen este tipo de situaciones muchos de los que viven la experiencia ponen en riesgo su integridad física tratante de encontrar una salida en medio de tanta oscuridad e incertidumbre.
El líder de grupo expresó que en el caso la mina en la que quedaron atrapados no era segura, en el entendido de que estaba desprovista de espacios básicos de contingencia para prevenir situaciones de riesgo.
“Lamentablemente nosotros quedamos atrapados y esa mina no tenía ningún camino auxiliar ni un camino de que pudiéramos nosotros en ese momento poder salir por nuestros propios medios”, dijo
De su lado Carlos Barrios, otro de los mineros atrapados a más de 700 metros en el Yacimiento San José de Chile, narró que la intensa incertidumbre que se vive al estar en esa situación, en vista de que no hay garantías de que alguien acudirá en ayuda.
“Bueno, independiente de los metros que sea, estar encerrado es igual de incómodo. No sabes si va a salir, si alguien te ayudará o si habrá derrumbe”, resaltó.
Barrios sirvió líder de grupos en el proceso, ofreciendo apoyo a los compañeros que estaban con él, para evitar que se desanimaran.
Las secuelas que le provocó la situación fueron tan marcadas que de los 33 atrapados, 31 decidieron demandar al Servicio Nacional de Geología y Minería del Estado chileno en el año 2011.
“Ellos tienen que inspeccionar y resguardar también la salud de nosotros, de los mineros, de todos. Contra ellos está toda una demanda, pero al final ha salido en nada, porque la empresa no pagó ni una indemnización. Con suerte nos pagó un finiquito de fin del trabajo y nada más”, expresó.
Indican que a doce años de suceso aún siguen sufriendo el impacto psicológico que les dejó el traumático encierro de casi dos meses.
“He tenido secuelas, tengo compañeros que no están bien, ya han tenido muchos problemas de salud. Hemos tenido crisis. Yo por mi parte siempre tengo crisis, ya las identifico, pero ya tienes que vivir con eso. Al final tienes que acostumbrarte porque siempre vienen o cualquier cosa, ya te da un bajón. Yo ya he aprendido a vivir con eso, pero no es lo normal o no es como me hubiera gustado estar en estos momentos.”, puntualiza Carlos.
En tanto, Luis Urzúa, motivó a los trabajadores atrapados en la mina de Maimón, indicándoles que tienen gran ventaja porque ya fueron encontrados, que es la etapa más compleja.
“En este momento de ellos ya tienen un 100 por ciento de seguir viviendo por el hecho de que ya ellos ya han sido localizados, ya ellos ya han tenido conversaciones con el exterior de la superficie. Por lo tanto, ahora ellos lo único que tienen que tener tranquilidad tiene que tener fe, tiene que tener esperanza donde ellos. Su oración tiene que ser para las personas que estén trabajando afuera para darles la fuerza”, recalcó.