Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que los militares de Brasil son “más responsables” que el presidente Jair Bolsonaro, y no permitirían un golpe de Estado si este pierde las elecciones. Asimismo, lanzó un contundente mensaje al jefe de Estado, quien en los últimos tiempos ha criticado el sistema electoral del país.
“¿Cómo podemos pensar en un golpe de Estado? No creo que las Fuerzas Armadas acepten esto: no creo que la sociedad brasileña lo permita. No lo creo. Este ciudadano (en alusión a Bolsonaro), si empieza a jugar con la democracia, pagará un precio muy alto”, señaló el ex presidente de Brasil y candidato a las elecciones presidenciales por el Partido de los Trabajadores (PT), en una entrevista para UOL.
Por otro lado, Lula aseguró que no tiene la intención de postularse a la reelección si finalmente saliese vencedor en los comicios presidenciales previstos para el próximo 2 de octubre, lo que rompería con la tendencia que han marcado todos los jefes de Estado desde el regreso de la democracia en Brasil a mediados de la década de los 80.
“Quiero cumplir el mejor mandato que he hecho en mi vida. Y quiero trabajar en cuatro años por 40″, manifestó el ex presidente brasileño, en referencia a los más de 80 años que tendrá en 2026, una vez concluya su hipotético mandato si finalmente se alza con la victoria en las elecciones de octubre.
En el aspecto más electoralista, defendió un cambio en la política de reajuste del salario mínimo, que pasaría a variar anualmente en base al Producto Interior Bruto y no de acuerdo a la inflación, tal y como sucede en la actualidad.
Asimismo, se mostró a favor de reabrir algunos de los ministerios clausurados por sus sucesores -Michel Tremer y el propio Bolsonaro-, destacando entre ellos los ministerios de Cultura y de Pesca. “Vamos a crear esos ministerios que sean necesarios”, adelantó.
El PT de Brasil oficializó la pasada semana la candidatura presidencial liderada por el ex presidente Lula, quien contará con el ex gobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin como aspirante a vicepresidente en las elecciones de octubre.
A pesar de que se ha retrasado más de lo que en un principio estaba previsto, era un secreto a voces que Lula se presentaría como el principal favorito a suceder a Bolsonaro desde que la Justicia brasileña le restituyó sus derechos políticos tras su encarcelación.
Esta será por tanto la sexta ocasión en la que Lula se presenta a unas elecciones. Anteriormente, se impuso en las de 2002 y 2006, mientras que salió derrotado en las de 1989, 1994 y 1998. Ahora, el líder del PT lidera las encuestas de intención de voto y algunas de las más optimistas le sitúan cerca de vencer incluso en la primera vuelta.
El ex presidente tiene el apoyo del 51% de los jóvenes de cara a las elecciones, frente al 20% que respalda a Bolsonaro, según un sondeo difundido este miércoles. La encuesta, realizada por el instituto Datafolha, se centró en los votantes de entre 16 y 29 años, que representan cerca del 45% del padrón nacional, según datos del Instituto Brasileño de Pesquisa y Estadísticas (Ibge).