El exdirector del Teatro Nacional heleno Dimitris Lignadis salió en libertad condicional este jueves, tan solo un día después de haber sido condenado a 12 años por la violación de dos menores sin atenuantes y haber pasado 17 meses en prisión preventiva.
Tras salir de la cárcel, Lignadis, quien durante todo el juicio negó haber cometido cualquier delito de tipo sexual y sugirió que las acusaciones en su contra eran parte de un complot para perjudicarlo a él y al Gobierno actual, se mostró convencido de que en la apelación se hará justicia y se “la verdad saldrá a la luz”.
La Corte Mixta de Atenas accedió a dejarlo en libertad hasta la celebración del juicio de apelación, a condición de depositar una de 30.000 euros, presentarse en comisaría 3 veces al mes y no abandonar el país, una decisión que causó una ola de indignación entre el público que siguió el juicio y en el mundo político y judicial.
“En el contexto del movimiento griego #MeToo, este es el primer juicio icónico en el que chocan dos mundos”, comentó en declaraciones al diario Efsyn el abogado Yorgos Marinis, especialista en derecho civil.
“Por un lado, las víctimas que son muchas y vulnerables, provienen de entornos abusivos y son migrantes, y por el otro lado un acusado poderoso y privilegiado que hasta el día de hoy gozaba del respeto de la sociedad griega”, añadió Marinis.
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El miércoles, la Corte Mixta de Atenas consideró probado que en 2015 Lignadis violó a dos menores de 17 años en dos de los cuatro casos de los que se le acusaba.
Uno de ellos, de nacionalidad egipcia, fue violado en un hotel de Epidauro, mientras que el segundo caso, el de un chico de origen ucraniano, ocurrió en el propio domicilio del acusado en la capital griega.
En cambio fue absuelto por falta de pruebas de la violación de los otros dos demandantes, un menor y un hombre mayor de edad, quien no llegó a comparecer ante el tribunal para respaldar su denuncia.
El tribunal también dio la razón a la fiscalía y no reconoció medidas atenuantes, como solicitó la defensa por el buen comportamiento del acusado y la falta de antecedentes en su historial.
La fiscalía argumentó que “se deben comprobar las circunstancias del delito y no sólo la falta de antecedentes penales”.
Lignadis, de 57 años, se vio forzado a dimitir de su cargo como Director Artístico del Teatro Nacional de Grecia en febrero de 2021, cuando las denuncias por abuso sexual salieron a la luz.
El caso de Lignadis, el más sonado hasta ahora del #MeToo heleno, es el tercero en el que personas famosas del mundo del teatro y la televisión de Grecia son acusadas de violación o abuso sexual, tanto de mujeres como de hombres.
Se han remitido a la Justicia al menos veinte denuncias de delitos que no han superado el plazo de prescripción establecido en quince años.
Aunque el debate del #MeToo se ha centrado en el mundo de la cultura, surgió en enero de 2021 cuando la medallista olímpica de vela Sofía Bekatoru rompió su silencio y contó que en 1998 el vicepresidente de la Federación Griega de Vela, Aristidis Adamópulos, supuestamente la violó en la habitación de un hotel.
EFE