Según informaron fuentes veterinarias una elefante y su cría fueron rescatados de una zanja de dos metros de profundidad en un parque nacional de Tailandia. Chanannya Karnjanasaka, la veterinaria que colaboró en el rescate, explicó que la cría cayó en un tubo de drenaje de un complejo hotelero de las cercanías del Parque Nacional de Khao Yai, ubicado en el noreste de Tailandia.
Tras la caída del bebé elefante, su madre entró en un estado de fuerte nerviosismo que requirió de sedación por parte de la veterinaria. No obstante, las malas condiciones climáticas hicieron que también se desplomase por la zanja, de dos metros de largo por tres de ancho.
Comenzó entonces el rescate, que duró tres horas y requirió de la ayuda de un complejo hotelero cercano, líderes comunitarios y agentes del parque nacional. Tras sacar a los dos animales del agujero, la veterinaria debía “estimular el corazón” de la madre, que se encontraba en parada y había dejado de respirar.
Según explicó Karnjanasaka a Efe, la elefante “recobró la consciencia después de que fuera estimulada tanto por mí como por el bebé, que insistía en succionarle las tetas”. La veterinaria añadía que “estamos contentos de que madre y bebé estén a salvo. Este es el resultado del arduo trabajo de todas las partes involucradas en el rescate”.
Tras realizar el masaje cardiaco a la madre, las autoridades dejaron en libertad a la familia en el bosque tropical que habitan. En el año 2019, 11 elefantes perdieron la vida tras desplomarse por una cascada en Khao Yai, lo que según activistas demuestra la pérdida de hábitat de los paquidermos por culpa de la acción humana.
Según datos facilitados por grupos de protección animal, cerca de 3.000 elefantes salvajes viven actualmente en los bosques de Tailandia amenazados por la deforestación, cifra preocupante teniendo en cuenta que hace un siglo ascendían a 300.000. Tras la prohibición de la tala en 1989 los elefantes dejaron de ser empleados en la industria maderera para pasar a ser exhibidos y utilizados en espectáculos dedicados al turismo.
Fuente: La Vanguardia
