Me iré pronto y con la cabeza alta”, proclamó Boris Johnson en el primer debate parlamentario tras su dimisión como líder del Partido Conservador. “Mi partida no significa el fin del Brexit, quienes piensan así están equivocados y lo vamos a demostrar”, agregó el “premier”, que aseguró estar orgulloso de las iniciativas de su Gobierno y de su propia capacidad de liderazgo.
En el que puede ser su último careo como primer ministro, Johnson estuvo especialmente incisivo con el laborista Keir Starmer, a quien intentó ridiculizar como “un líder considerablemente menos letal” que su predecesores. Starmer se ha enfrentado al bloqueo del Gobierno con su intento de presentar una moción de censura para forzar la salida inmediata de Johnson de Downing Street.
Según el calendario fijado por el Partido Conservador, Johnson seguirá siendo “premier” en funciones hasta el 5 de septiembre, cuando el Parlamento reanude sus sesiones tras la pausa estival y será oficialmente proclamado su sucesor o sucesora. Ocho candidatos compiten desde el lunes en las votaciones sucesivas en las que participan los 360 diputados “tories”, que delimitarán la carrera a los dos finalistas que se someterán al voto de los 200.000 militantes.
El ex secretario del Tesoro Rishi Sunak y la secretaria de Exteriores Liz Truss han tomado la delantera, aunque los reflectores apuntaron el miércoles hacia Penny Mordaunt, la secretaria de Política Comercial, que despunta como la tercera en discordia y se presentó a sí misma como “la candidata que más temen los laboristas”.
Mordaunt se enfrenta sin embargo a una inusitada campaña desde el ala dura del partido, disputada entre las candidatas Kemi Badenoch y Suella Braverman, por cuenta de la “guerra cultural”. The Daily Mail se ha sumado a la campaña anti-Mordaunt recalcando su apoyo de los derechos de los “trans” cuando era secretaria de Igualdad.
En el debate parlamentario, entre tanto, Keir Starmer atacó directamente al favorito a la sucesión, Rishi Sunak, preguntando a Johnson si su Gobierno planea suprimir el estatus de “no residente” que permite a multimillonarios extranjeros (como la esposa india de Sunak, Akshata Murty), eludir el pago de impuestos en el Reino Unido.
Boris Jonhson evitó referirse personalmente a los candidatos a la sucesión, aunque vaticinó que el próximo líder defenderá como él “firmemente la unión” y se opondrá a la celebración de un segundo referéndum de independencia en Escocia.
Entre vítores y abucheos al “premier”, el debate en plena ola de calor arrancó con un momento de caos. El presidente de la Cámara de los Comunes Lindsay Hoyle montó en cólera y ordenó la expulsión temporal de los dos diputados fugados al Partido Alba de Alex Salmond, Neale Hanvey y Kenny MacAskill, por alteración del orden.
Fuente: EL MUNDO